NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Solari sigue firme con Isco

Con la eliminatoria sentenciada, el argentino tampoco le sacó en Copa ante el Girona. Optó por dar entrada a Asensio, recién recuperado, a Nacho y a Bale.

Solari sigue firme con Isco
JUAN AGUADODIARIO AS

El 18 de diciembre, en la víspera de la semifinal del Mundial de Clubes, pocos dudaban ya de que hubiera 'Caso Isco'. Solari trató de suavizar la situación con su pacificador verbo: "Isco me encanta", dijo ante los medios. Desde aquello han pasado 46 días en los que la situación del malagueño no ha mejorado: sólo una titularidad, en la intrascendente vuelta de octavos ante el Leganés por el 3-0 de la ida, y 220 minutos en once partidos de los que en cuatro se quedó a cero, el último este jueves en Girona, donde calentó y no salió.

Aquel halago de Solari en Abu Dabi se ha quedado en una declaración para no alimentar debates. El argentino se ha mantenido firme en su postura con el malagueño (26 años), respaldada por el club, al que sólo ha puesto de inicio en tres encuentros, todos ellos de relevancia menor: las vueltas contra el Melilla y el Leganés en Copa y la derrota frente al CSKA en Champions. Además, en ocho ocasiones Isco ni ha llegado a pisar el césped. Al resto de citas, 11, se incorporó desde el banquillo.

De protagonista con Lopetegui a testimonial con Solari

Tres meses después de su despido, si alguien añora a Lopetegui es Isco, que como si intuyese lo que le deparaba el futuro se había inculpado antes del cese del vasco con aquel "si echan al entrenador nos tienen que echar a todos". Ha perdido a su principal promotor con la salida de Julen, con el que disfrutó del 69,5% de los minutos en los que estuvo disponible. Ahora, con Solari, ha descendido al 25,80%.

Y ese 25,80% de juego no es una cifra vacía, sino el resultado de una sucesión de decisiones del técnico en torno al jugador: le sacó en Ipurua con 3-0, le hizo viajar a Roma y le dejó en la grada, como el jueves a Girona para no moverle del banquillo, no contó con él en la final del Mundial de Clubes, no le ha encontrado hueco ni con la plaga de lesiones ni con los cambios de esquema y únicamente le ha confiado minutos sueltos y de bajo perfil.