Copa: el Madrid tiene una deuda; el Girona, una cita histórica
El Madrid lleva cuatro años sin pasar de cuartos. Marcelo podría recuperar su sitio y Kroos y Llorente, volver. Stuani, remedio del Girona.
"No aprecio diferencia de motivación entre unas competiciones y otras”, aseguró ayer Solari para defender el interés de su plantilla en la Copa. La historia reciente dice otra cosa. El Madrid ha conquistado sólo dos títulos en los últimos 25 años (ambos en esta década). En el mismo periodo, el Barça logró ocho o el Zaragoza, tres. Y desde que levantó el último trofeo (2014) no ha pasado de cuartos: le despidieron sucesivamente Atlético (octavos), Cádiz (dieciseisavos, por alineación indebida de Cheryshev), Celta (cuartos) y Leganés (cuartos). Definitivamente no es una competición que entusiasme al Madrid, pero ahora, con la Liga a un océano, queda obligado a amarrarse a ella.
A su favor están la mejoría en el juego y en el parte médico. De los siete lesionados, dos, Marcos Llorente y Kroos, apuntan al regreso, aunque probablemente no lo hagan de inicio. Mariano, Bale, Asensio, Keylor y Vallejo deben esperar. Así que no podrá descansar Benzema, al que las circunstancias han obligado a jugar 31 de los 33 partidos oficiales del equipo. La puerta del once se abre a la zona donde hay posibilidad de refrescar: descansa Carvajal y pinta que jugarán Odriozola (que ha disputado todos los minutos de la Copa), Nacho y Valverde. Y resulta creíble la vuelta de Marcelo, ausente en los dos últimos partidos de Liga y al que Solari pretende poner a tono para cuando llegue la Champions. Arriba, como acompañantes de Benzema, no hay demasiadas alternativas: Lucas y Vinicius. A Isco lleva tiempo que no se le espera.
Para el Girona, la cita con la historia le llega lejos de su mejor momento. Es cierto que apeó al Atlético con pocos titulares en su once, pero lleva ocho partidos sin ganar (siete en Liga, donde no vence desde el 25 de noviembre) y ha caído del quinto al undécimo puesto. Diez puntos llegaron a separarle del descenso y ahora son cuatro. De los ocho primeros sólo le ha ganado al Alavés y en la Copa. Y el domingo recibe al Barça, en ese partido que Tebas quiso en Miami, lo que obliga a Eusebio a medir bien los esfuerzos.
De la Copa (Atlético) a la Liga (Betis) cambió Eusebio siete jugadores y ahora se espera otra rotación radical. De hecho, deja fuera al único lateral derecho puro (Pedro Porro), al que reemplazará con un central, Ramalho, sin renunciar a esa defensa de cinco que importó de Machín. Su intento de pasar a una zaga de cuatro duró dos jornadas. El vestuario le convenció de que no se toca lo que funciona.
Pese a los cambios, es previsible que Stuani sea titular. Lleva 13 goles en el curso y compensa el déficit de Portu, menos afilado que hace un año. Es un arma para el balón parado, del que el Girona ha sacado nueve goles en esta Liga. Es el cuarto en este capítulo, un aviso para el Madrid.
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