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BARCELONA

Noche negra para La Masia

Miranda, 11 pérdidas de balón y un 43,75% de pases fallados, y Chumi, que sufrió ante Boateng, no dieron el nivel en el Ciutat de Valencia. La defensa experimental no les ayudó.

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Noche negra para La Masia

Juan Miranda y Chumi tuvieron una noche de perros en el Ciutat de Valencia. Malas noticias para La Masia, tan reclamada como asunto recurrente en Can Barça pero que esta vez, puesta a prueba en un partido de alto nivel, no pudo dar el nivel. Seguramente, a los dos niños de la ‘pedrera’ no les hizo ningún favor la composición de una defensa tan experimental, sin ningún peso pesado como Piqué. Pero el caso es que no pudieron con el partido. Miranda perdió hasta once balones en 45 minutos y, lo que es peor, dio sólo nueve pases buenos de 16 que intentó. Un 43,75% fueron pases fallados. Además de sufrir con Coke, un error de Miranda precipitó la jugada del 2-0. Valverde tuvo que parar la sangría dejándolo en el banquillo al descanso y situando a Sergi Roberto a banda cambiada. El de Reus, en los segundos 45 minutos, sólo perdió dos balones. A punto de cumplir 19 años (el 19 de enero), Miranda se llevó su primera gran lección en el fútbol de élite. Sus condiciones son incuestionables pero tanto en los partidos de la gira por Estados Unidos como en los de la primera ronda ante la Cultural y en este del Levante se le ha echado en falta algo de tensión competitiva y ardor. Algo imprescindible para cualquier futbolista, mucho más si es defensa. Seguramente, Miranda vivió la noche de más aprendizaje desde que está en el Barça.

Al lado de Miranda en el sector izquierdo de la defensa jugó Chumi, que también vivió una pesadilla con Boateng. Vio tarjeta amarilla y se vio superadísimo. Los primeros minutos de Murillo, que luego se arregló, tampoco le ayudaron. A Chumi le faltó contundencia y también sufrió en la salida de balón aunque, eso sí, él sólo dio cuatro pases malos mientras estuvo en el campo. Loco por salvar la eliminatoria, Valverde le sustituyó por Lenglet en la segunda parte. “Para los chavales fue difícil, es así”, simplificó el Txingurri, que da la sensación de tener claro que los futbolistas del filial todavía no están para citas de este nivel pero que necesitaba dar descanso a unas cuantas vacas sagradas y lanzar un mensaje de esperanza a la cantera.

Al final del día, el escenario para La Masia fue algo desolador. Aleñá lo intentó pero también cometió una falta algo absurda en la jugada del 1-0. Miranda y Chumi suspendieron y Riqui Puig ni apareció en un partido que se había puesto muy duro para el Barça. A los tres les espera un duro aterrizaje en el Barça B este fin de semana y la gran incógnita de si Valverde les llamará para el partido de vuelta del próximo jueves ante el Levante o si esta vez, como parece, irá a lo seguro para intentar salvar la eliminatoria.