"Se puede ganar en el Bernabéu"
Sergio Boris, titular en la última victoria de la Real Sociedad en casa del Real Madrid, recuerda para As cómo fue aquel triunfo de 2004.
La relación de la Real Sociedad con el Santiago Bernabéu es directamente de odio. Porque cada vez que visita al Real Madrid se vuelve a Donostia derrotado, y en muchos casos vapuleado. Eso es lo que le ha ocurrido históricamente, acentuado desde el último ascenso a Primera. Desde entonces cuenta sus viajes a Chamartin por derrotas. Es todo un suplicio para los txuri-urdin. La última victoria realista en la Casa Blanca data del año 2004, con aquella Real mítica de Reynald Denueix que ya estaba en descomposición tras dos años inolvidables en los que primero le peleó la Liga al Real Madrid de los galácticos hasta la última jornada, y después tuvo un exitoso paso por la Champions League superando la fase de grupos. Fue un 23 de mayo del 2004, fecha muy recordada en el entorno txuri-urdin, porque además la victoria fue contundente, de las que dejan huella, 1-4 con goles de Kovacevic, De Paula y el doble inolvidable de Xabi Prieto, que mostró a todo el mundo de Primera lo que luego confirmó con sus más de 500 partidos como realista. "Demostramos que la Real puede ganar en el Santiago Bernabéu. Nunca puedes dar por seguro que vas a ganar, pueden pasar muchas cosas en un sitio en el siempre juegas muy notivado", recuerda para el Diario As Sergio Boris, integrante de aquella Real histórica y titular en ese último triunfo donostiarra en casa Del Real Madrid.
"Ha pasado mucho tiempo pero eso no se me olvida porque allí no se gana todos los días. Es que lo más normal es que pierdas pero en aquel partido salieron muy bien las cosas, recuerdo que Xabi Prieto hizo un doblete y casi no le conocían, a mi me salió un buen partido, todos hicimos un buen partido en general. Son cosas para recordar toda la vida. Porque vas allí y piensas que vas a perder, fuimos con toda la ilusión y logramos ganar 1-4", explica Boris sonriendo mientras rememora aquella tarde mágica en la que el Madrid también tenía muchas dudas, como le pasa ahora al equipo de Solari. "Fuimos allí más bien a disfrutar. No nos jugábamos nada y ellos estaban mal y el Bernabéu presionaba mucho y les pitaba, así que llegamos con tranquilidad y luego hicimos un buen juego con muchas oportunidades y atrás estuvimos muy serios. Pero sí recuerdo que ellos no estaban nada bien", añade Boris, que considera que la clave está en aprovechar la supuesta crisis de los blancos y la presión de su afición. "Allí lo que tienen que hacer es ir a ganar porque la Real también necesita la victoria. Sabes que es difícil, pero aguantando al principio, que no te marquen pronto, seguro que la grada se le echa encima al Madrid y lo pueden pasar mal, y eso hay que aprovechar, como hicimos nosotros aquel día".
Aquella Real Sociedad de Xabi Alonso, Karpin, Kovacevic, Westerbeld, Nihat, De Pedro, Aranzabal... en la que Xabi Prieto daba sus primeros pasos en el primer equipo tenía enfrente a la Madrid del Del Bosque, con Zidane, Figo, Ronaldo... un gran equipo que un año antes le había quitado la que hubiera sido su tercera liga. Aquel día se vengaron. "Pero no pensamos en eso. Ellos tenían un equipo, como todos los años el Madrid, lo que pasa es que no le salieron muy bien las cosas. Y por eso les pitaban, mientras a nosotros nos salía todo a pedir de boca. Fue un partido redondo".
Boris reconoce que jugar en el Bernabéu impresiona. "Para mi fue el campo que más me impresionó, porque el Camp No es mas abierto y es mas frío. Pero en el Bernabéu como es más vertical, las gradas parece que están más encima y da mucha impresión. Luego empieza el partido y ya no te das cuenta. Pero es un campo complicado también por eso". Y claro, por eso la alegría al ganar es mucho mayor que en otros escenarios. "En lo personal estaba muy contento porque ese año juegue menos de lo que pensaba y fue un partido muy especial. Es que lograr una victoria en el Bernabeu es muy especial y emocionante porque no se logra todos los días y aquella victoria con la Real nunca se me va a olvidar. Demostramos que también podemos ganar en un sitio donde pocos ganan", sentencia Boris, el asturiano de una Real histórica, a la que quieren seguir los pupilos de Alguacil en este día de reyes.
