El Villarreal echa el resto por el centrocampista Iborra

Tras unos días en los que el técnico Luis García se tomó su tiempo para aterrizar y ver cómo andaban las cosas en lo deportivo, parece que llega la hora de ponerse a otros menesteres. Y lo más importante pasa por decidir qué hacer en el capítulo de refuerzos, algo clave y vital viendo la situación del equipo. Y en ese capítulo el primer objetivo ya está claro y definido. El blanco es Vicente Iborra. El medio ya fue una opción en verano, pero las altas pretensiones del Leicester frenaron desde el primer acercamiento.

Incluso, en el Villarreal no lo veían como una posibilidad para este mercado, por lo que se había mirado en otros mercados y pensado en otras opciones. Pero la llegada de Luis García ha hecho que se vuelva a retomar el tema de Iborra, ya que es del agrado del técnico y el jugador perfecto para su idea de juego.

Medio y técnico se conocen a la perfección y la adaptación sería muy rápida, a lo que se suma que su juego y su presencia en el centro del campo amarillo supondría un pulmón de oxígeno. Por ello se ha reactivado esa posibilidad, ya que se contaría con el beneplácito del jugador y eso ya es un paso. Quedaría convencer al Leicester, ya sea con una cesión o con una opción de compra, ya que parece obligado un desembolso y este no será barato. A pesar de todo, Iborra es el elegido y una prioridad.

Los cedidos siguen siendo un problema

El Villarreal cedió varios jugadores el pasado verano para que pudiesen competir y se revalorizasen. Sin embargo, tres de ellos no están al nivel esperado en el campo y algunos de ellos tampoco lo están fuera del mismo, lo que indirectamente afecta otra vez al equipo amarillo. Son los casos del portugués Rubén Semedo, del italiano Roberto Soriano y del argentino Christian Espinoza, que tras sus aventuras lejos del club están obligados a regresar o buscar un lugar en el que seguir jugando. Un regreso que tampoco es que sea nada fácil, ya que en la mayoría de sus contratos de cesión no existe una cláusula por la que estos clubes se puedan desprender de los jugadores con tanta facilidad. Semedo, en el Huesca, Soriano, en el Torino, y Espinoza, en Boca, apenas cuentan y su futuro se antoja complicado.