Que cinco semanas separen la ida y la vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey tiene estas cosas (sigue el partido en directo en As.com). Como las rachas y los estados de ánimo de los contendientes. Arrancaba la previa del partido en el Carranza con un Espanyol que acababa de acariciar el liderato de Primera (lo hizo suyo durante 71 minutos en Valladolid) y un Cádiz que asomaba por la zona de descenso a Segunda B, que le quedaba a solo una plaza. Sin embargo, es como si el 2-1 de aquel choque de ida sirviera para dar un vuelco brusco a todo. Hoy los pericos acaban de caer de Europa por el 'goal average', y tienen al decimosegundo a solo tres puntos, mientras que el Cádiz ha escalado hasta el séptimo lugar en la tabla de Segunda, a uno del playoff de ascenso.
Los sempiternos estados de ánimo del fútbol propician que, después de encadenar tres derrotas por primera vez con Rubi como entrenador, para el Espanyol este encuentro de Copa no sea ya uno más. Ni siquiera se ha reproducido el debate previo a la ida, cuando las cosas iban bien, sobre si era conveniente 'sacrificar' el torneo del KO en favor de LaLiga. Hoy los blanquiazules necesitan ganar, remontar el 2-1, para no caer en una peligrosa depresión nada menos que a las puertas del derbi que les medirá con el Barcelona, este sábado, también en Cornellà. Lo contrario le ocurre a los de Álvaro Cervera, quienes llegan tan lanzados que afrontan este pase como una oportunidad, no como una obligación. Suman la friolera de siete victorias consecutivas, entre Liga y Copa, y hasta nueve partidos sin perder. Y, entre otros, con Sergio Sánchez como líder defensivo dos meses después de fichar y Álex Fernández renovado por tres años más.
Entre los expericos, el central de Mataró es uno de los jugadores a quienes Cervera da descanso. Rubi, por su parte, no facilitará su convocatoria hasta hoy. Lo que sí hizo el técnico del Espanyol ayer, y repetirá esta mañana, es ensayar penaltis. Por si llega la tanda.
