Paco Grande: "Los programas de debate funcionan en TV, pero no son periodismo deportivo"

Es una de las caras más asociadas al periodismo deportivo desde hace más de 30 años. ¿Lleva la cuenta de todo lo que ha hecho?

No (Risas). Al principio sí, me apuntaba todo lo que hacía. Partidos, transmisiones, entrevistas... Incluso apuntaba una opinión personal sobre mi trabajo y siempre me puntuaba fatal (risas). Pero bueno, después de tantas cosas, fui dejando de tener tiempo para apuntar todo y llegó un momento en el que perdí la cuenta.

¿Cuál es su primer gran recuerdo como periodista?

La vuelta de la final de la Copa de Europa de balonmano de 1985 entre el Atlético de Madrid y el Metaloplastika de Sabac. Yo era becario, acababa de entrar hacía dos meses en televisión y el director de deportes me dijo: "tú, que te gusta el deporte y estás preparado, venga, a comentar". Fue muy importante para mí. Había estado antes en la SER por lo que ya me manejaba bien con el micrófono, pero hacer televisión era un gran paso. Lo hice lo mejor que pude. Comentaba con Miguel López y Domingo Bárcenas y también hacía las entrevistas en el descanso.

Es un periodista de la vieja escuela y no se ha ceñido nunca a una sola disciplina, no se ha querido encasillar.

No, no me encasillo. Me gusta conocer diferentes aspectos del deporte. Me parece muy importante conocer la herramienta de la comunicación. El periodismo. No seré nunca un gran técnico de fútbol, balomano o de cualquier deporte, ni quiero. Yo lo que quiero es contar bien las cosas y vivirlas, con lo que me da igual la disciplina. Comunicar limpio, claro y sencillo. Creo que además se aprende más trabajando en diferentes deportes. Respeto al que se quiera dedicar sólo a una cosa en concreto, pero para mí es más enriquecedor poder trabajar en todos los deportes.

Si se tuviese que quedar con una de todas esas experiencias, ¿cúal sería?

Sin duda los saltos de esquí Garmisch-Partenkirchen. Los saltos de esquí de cada primero de año. Comentarlos, que lo he hecho durante 19 años, me encanta. Además de que me gustan mucho los deportes de nieve, los saltos de ese día tienen algo especial. Me gusta muchísimo.

¿Cómo surgió la idea de hacer Conexión Vintage?

No fue mía. Era algo que ya se había hecho antes en TVE. Yo en 1991 ya hice una cosa así de la Copa del Rey. Me propusieron hacer un espacio de media hora cada semana o cada quince días y yo dije que sí, que era lo que venia haciendo para Estudio Estadio y que yo llamaba El Ojeador, pero duraba menos. Entonces dije que sí, que media o una hora era mucho mejor. Yo quería seguir llamándolo El Ojeador, pero me propusieron llamarlo Conexión Vintage. Tengo que reconocer que a mí no me gustaba al principio, pero que ha cuajado y ha funcionado a la perfección. Son estas cosas que no sabes por qué, pero ha funcionado y es el mejor nombre que podía tener.

El que hizo de Quini hace dos años llamó especialmente la atención.

Bueno, cuando haces 'Conexión Vintage' sabes que en algún momento habrá grandes figuras que debes hacer. Quini era uno de ellos. Estuve detrás de Quini un año y medio, él no queria hacerlo hasta que algunas personas cercanas le convencieron. Yo estaba en Gijón haciendo un reportaje del descenso del Sella, me avisaron y fui a hacerlo. Salieron tantas historias cuando hablamos, que al principio la idea era hacer dos capítulos, luego tres, después cuatro y al final fueron cinco. Una historia increíble que ni yo imaginaba la dimensión que alcanzó. Superó todas mis expectativas.

¿Qué opina de los nuevos programas de debate?

Hay que reconocer que tienen su público, que les encanta el debate. No estoy de acuerdo en que a eso se le considere periodismo, ya lo he dicho otras veces. Admiro a los compañeros que están allí y sacan adelante los programas, pero eso no es periodismo deportivo. Es un producto televisivo que funciona, pero no periodismo.

Y ahora en su faceta más personal, ¿con qué deporte se queda como aficionado?

¿Pueden ser dos? (Risas). El fútbol y el esquí alpino.