El Roma no está viviendo, sin duda, un momento de mucha fortuna. Durante el partido del sábado ante el Udinese, que terminó con una dolorosa derrota, los giallorossi perdieron por lesión a Lorenzo Pellegrini, que estaba siendo el mejor entre los suyos a pesar del día gris del equipo. Un problema en el flexor de la cadera le obligó a dejar el campo y, además, podría costarle el partidazo con el Madrid.
Desde Trigoria filtran que Di Francesco intentará recuperarle hasta el último minuto previo al encuentro de mañana, ya que la situación en la enfermería es casi desesperada. Ante los merengues no estarán De Rossi, Perotti y Pastore, mientras que el portero Olsen es duda (aunque, en su caso, sí hay optimismo).
Una buena noticia llegó de parte de Manolas: el griego superó ayer los test físicos y parece haber dejado atrás el problema en el tobillo que le dejó fuera en Udine. Su presencia será vital en una noche fundamental para el romanismo: tumbar a los blancos supondría olvidar el titubeante arranque liguero, con sólo cinco victorias en 13 partidos. La gran racha europea en el Olímpico, siete triunfos seguidos, permite soñar a pesar del mal momento: más de 60.000 tifosi llenarán el feudo giallorosso en busca de otra hazaña.