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RIVER - BOCA | TELEVISIÓN

Alberto Pérez: "Este River-Boca dejará cicatrices eternas"

Será la voz en España del Superclásico final de la Copa Libertadores que emitirán el próximo sábado #Vamos y Mov. Liga de Campeones. No solo sufre el fan. Así lo vivirá el narrador.

Alberto Pérez: "Este River-Boca dejará cicatrices eternas"

Narrará el River-Boca. ¡Qué final nos espera!

Sí. Es un partido que se lleva esperando toda la vida. Y eso es decir mucho. No hay rivalidad como esa. De ahí han salido algunos de los mejores jugadores de la historia. Por todo lo que ocurrió en la ida, que no haya nada claro, lo hace más atractivo. Un partido planetario.

¿El narrador también sufre cuando el partido no se juega?

Debo reconocer que sí. Tenía un vuelo para el lunes y si no se llega a jugar el domingo habría tenido que cambiar todo. Lo único que hacía era mirar el tiempo, preguntarle a mis amigos argentinos cómo iba todo por allá. Ha habido mucha tensión. Gente sin entrada, incluso durmiendo en sus coches porque no tenían previsto pasar la noche. Esta final tiene algo especial.

¿Cómo se prepara? ¿Monotema Superclásico en casa?

(Risas). La verdad es que sí. Desde que salieron las fechas. Y la preparación es la de siempre. Todos los partidos merecen el máximo respeto y una preparación máxima, pero es cierto que será un partido distinto. Aunque el público en su mayoría será español, aquí también hay muchos argentinos. Intentas adaptarte al acontecimiento, a cómo se vive para transmitirlo lo más fielmente posible. 

¿Le han dicho ya que cantó más algún gol que otro?

Eso es un clásico. (Risas). Para lo que es habitual he de decir que esta vez muy poco. Me lo dicen más con el Madrid, Barça o Atleti. Todo el mundo piensa que eres del equipo contrario. Y lo entiendo. Porque si animas a un equipo y hay un tío regodeándose en el gol que le acaban de encajar es lógico. En este caso hemos recibido mensajes agradeciendo tener dos comentaristas ecuánimes pese a que cada uno cubre a un equipo.

Defínase como narrador. 

No es fácil responder. Disfruto lo que hago y me dejo llevar por el momento. Intento transmitir pasión, caminar por el partido y disfrutar. Si disfruto creo que los demás disfrutan. Diría alguien que vive cada partido con pasión y la ilusión de contar lo que pasa disfrutando al máximo. 

Usted es profesor. ¿Cuánto de método y cuánto de improvisiación en la narración?

Es la unión de las dos. Sin metodología no hay nada. Y eso que la retransmisión es pura improvisación. Debe haber preparación previa. La documentación es lo más importante con diferencia, pero luego también el cuidado de la voz, el manejo de los tiempos, los ritmos, la respiración... Y puede sonar contradictorio, pero se trata de estar preparado para la improvisación.

Y mucho ensayo. ¿Imagina jugadas del Superclásico en casa?

(Risas). Ya no, porque narro tan a diario que no hay mejor ensayo que ese. Sí que me escucho muchos partidos de los que hago. Lo que me gusta, lo que no, lo que puedo mejorar. Eso siempre ayuda. Esa práctica en casa sí que la recomiendo cuando se empieza. Este género es de muy de práctica. Y las primeras retransmisiones suelen ser un desastre absoluto. A todos nos ha pasado. Muchos creen que no valen para esto y no es así. Es mucha práctica. Yo digo que soy como un jugador de fútbol. Entrenas o narras cinco o seis veces a la semana y el séptimo día no vas de nuevo a entrenar. Necesitas un poco de aire. Por propia salud vocal. 

¿Cuándo supo que quería dedicarse a contar partidos?

Desde niño. Por mi abuelo especialmente. Pasaba con él los fines de semana y era un loco del futbol, siempre con la radio pegada a la oreja, las quinielas... Le miraba y escuchaba los goles de Carrusel. Y gol. Y gol. Y gol. Y eso se iba metiendo en mi cabeza. Lo tenía claro. La narración siempre me atrajo. De niño hacía practicas en casa con una grabadora, mirando a la tele, hacía mis ensayos... Me hacía muchísima ilusión este mundo. De ahí viene todo.

Algún partido que le haya marcado.

La primera retransmisión como tal que yo hice fue un Salamanca-Tenerife en la radio. Hay muchos goles que recuerdo. El 2-3 de de Messi en el Bernabéu, pero hay uno que me marcó. Porque muestra que tienes que estar siempre preparado para lo que pueda pasar. Fue uno de Fernando Torres al Barça. Hubo un problema, un incendio en el Calderón, se quemaron algunos cables y se fue el sonido. Mi jefe se acordó de que estaba viéndolo y me dijo que me metiera en la primera cabina para que narrara mientras lo solucionaban. Fueron cinco minutos. Y marcó Torres. Lo narré en Audiovisual Sports.

Hay una gran escuela de narradores en España.

Sí. Y de todos sacas algo. Cuando era crío escuchaba mucho a Gaspar Rosety. Siempre me ha gustado Carlos Martínez. Y también Manolo Lama, que sabe mucho de esto y por su espontaneidad y desparpajo, ese carácter tan propio. Más allá de eso, tengo claro que no hay que imitar a nadie. Yo tengo mi esencia, soy como soy y cuando intentas imitar a alguien la copia es peor que el original. Siempre es mejor tener tu propio sello. Que se te identifique por algo.  

¿Qué opina de las narraciones argentinas?

Siempre las he seguido y para mí han sido referenciales. Crecí con ese equipo de Boca de Riquelme y Palermo. Lo seguía todo por las narraciones y son incomparables. Debe haber una parte académica, pero al final, alguien que te hace sentir y te transmite emociones, que te hace vibrar, eso es lo más importante. Y eso los argentinos lo consiguen como nadie. No creo que pueda competir. Y no creo que debamos competir con ellos. Es otra manera diferente de hacerlo. Los admiro muchísimo.

¿Encajaría aquí una narración más alocada, libre o poética?

No lo tengo claro. Hubo algún ejemplo reciente y no funcionó. Hemos admirado siempre lo que se hace allí, pero con el fútbol de allí. Aquí tenemos nuestra cultura, nuestra manera de ver y allí la suya. Igual que una narración española allá resultaría extraño. 

Allá usted sería relator. ¿Le gusta alguno en especial?

Mariano Closs me gusta mucho. Tiene un sello especial. Luego todo nos acordamos del Víctor Hugo Morales, que es uruguayo, pero su vinculación con argentina es muy grande.

¿La de Víctor Hugo en el gol de Maradona a Inglaterra es la narración de todos los tiempos? ¿O no la hay?

¡Qué difícil! Probablemente sí. Si ahora mismo le preguntas a alguien por la narración más famosa o que más le ha emocionado la mayoría diría esta. Pero es el partido el que te lleva a eso. Si Maradona falla el gol en el último toque no la recordaría nadie. Los jugadores son los que hacen espectaculares las narraciones. Ellos son los que te llevan. Puedes estar inspiradísimo pero si no pasa nada, si no te provoca emoción, es muy difícil decorar ese cuadro que ellos pintan. Lo primero es que ellos pinten el cuadro y luego estar a la altura del lienzo.

¿Se fija en narradores de otros deportes?

Me gusta mucho el baloncesto y he narrado mucho. Tenis, ciclismo, atletismo... Hay tantos narradores buenos en España. No lo hago conscientemente por incoporarlo, sino por disfrutarlos. Y eso inconscientemente también lo incorporas. Es como quien lee libros y va adquiriendo un diccionario y vocabulario, sumando conceptos. No por aplicarlo inmediatamente sino por hacer más rico tu conocimiento.

Claves del buen narrador.

Disfrutar del partido y sentirlo. Estar dentro. Saborearlo. Eso se va a notar. Luego la documentación es imprescindible. El ritmo ágil, siempre en positivo. Al final tienes que vender tu producto. El más importante del mundo. Sin engañar. Hay que encontrar las cosas atractivas y transmitir la esencia de lo que pasa. En lo emocional, lo ambiental. Y luego saber reflejarlo también a través de la voz. Jugar con ella, hacer inflexiones, cambiar de tono vocal...

Narrará desde Barcelona. ¿Cuanto daría por estar en El Monumental?

¡Buff! Pues daría muchísimo. Todo lo que mis jefes me permitieran dar, pero bueno, entiendo cómo son las cosas. Hay conceptos que han cambiado. Ir a Argentina no es sencillo. Si estuviera allí seria una maravilla. Voy a pensar que he estado allí, en los dos campos. Dentro, en el vestuario, a pie de césped. Sé lo que se siente allí. Aunque lo haga desde aquí y el sonido ambiente nos transporte, voy a sentir mentalmente como si estuviera allí.

Es cierto entonces que tiembla La Bombonera.

Es cierto. Estuve al lado de La Doce y siempre digo que no me entere de nada de lo que pasaba en el césped. Solo miraba la grada. No podía dejar de mirar a la grada. Es una locura. Esa parte del fútbol, de los cánticos, lo bonito del fútbol, es una autentica locura. Y efectivamente tiemblas. Dices es increíble que esto no se caiga.

Mójese. ¿Quién ganará? Resultado final.

Lo veo equilibradísimo y creo que se irá a la prórroga. Y si hay penaltis sería ya... Hay muchos que lo deseamos y somos muy poco solidarios con los hinchas de River y Boca. No me quiero imaginar el sufrimiento. Los seguidores de Boca rezaban en la ida. Creo que River tiene más fútbol, un centro del campo más técnico, pero Boca tiene un alma especial y mejores delanteros que pueden decidir en momentos puntuales. Diría que uno a uno y prórroga.

¿Sobrevivirá Argentina?

Seguro que sí. Desde luego dejará cicatrices eternas. El que falla el penalti, el portero que comete dos errores... Siempre pasa. Y aquí va a pasar muchísimo. Es un triunfo o una mancha que va a quedar para siempre. Es la final. Quizás la única de la historia. Frente al eterno rival.