BARCELONA - REAL MADRID

Los héroes inesperados del Real Madrid en un Clásico

No siempre son las estrellas del equipo blanco las que han decidido los Clásicos que han ganado. Estos son los protagonistas 'anónimos' del duelo entre ambos clubes.

Javier SorianoAFP

El Clásico es uno de los eventos deportivos más seguidos en todo el planeta. Todo el mundo está pendiente de las estrellas de Real Madrid y Barcelona para ver qué jugador decide el partido. Pero a veces no son los cracks los que aparecen para darle la victoria a su equipo, sino futbolistas más 'anónimos' de los que no se espera mucho más aparte de que no cometan errores flagrantes. Estas son las ocasiones en las que un jugador del Real Madrid a priori secundario ha terminado por convertirse en el protagonista de un Clásico:

Camacho: un incordio para Cruyff

El Barcelona visitaba el Bernabéu el 5 de enero de 1975. Llegaban con el fresco recuerdo de la manita que anotaron los azulgranas a finales de la pasada anterior. En las filas del Barcelona ejercía de líder el tres veces Balón de Oro Johan Cruyff. Miljanic, técnico merengue, decidió que un casi juvenil, Camacho, fuese el encargado de marcar al holandés. "No tenía nada que perder. ¡Él era el mejor jugador del mundo, yo era un chiquillo!", relató posteriormente Camacho. El mejor jugador del momento perdía los nervios por el férreo marcaje al que le tenían sometido. El defensa madridista siempre estaba ahí. El Madrid acabaría ganando 1-0 aquel partido, y Camacho saldría lanzado al estrellato.

El gol de Aragón a cuarenta metros de la portería

En 1990, Barcelona y Real Madrid se midieron en la Supercopa de España. Los blancos se llevaron el título con un resultado global de 5-1. Fue un canterano del Real Madrid el encargado de anotar el último gol del partido de vuelta. Santi Aragón, en la que fue su única temporada completa con la camiseta blanca, anotó un gol a 40 metros de la portería. Se hizo con el balón en el centro de campo y, tras rebasar el círculo central, armó la pierna para superar a Zubizarreta y cerrar el marcador.

El antihéroe más inesperado

Pedrag Spacic fue el antihéroe más inesperado del Clásico vivido en enero de 1991. El partido. que se jugaba en el Camp Nou, se encontraba igualado gracias a los goles de Laudrup y Butragueño. Fue Spacic el que desharía el empate, anotando un gran gol de cabeza. El problema estuvo en que fue en propia puerta. El balcánico se marcharía con cabizbajo tras ver como se les escapaban los puntos a su equipo por su mal despeje. Los azulgrana se llevarían la Liga con once puntos de ventaja sobre los blancos.

El estreno goleador de Anelka en Liga

Anelka llegó al Real Madrid por más de 30 millones de euros. Lorenzo Sanz necesitaba artillería pesada para la delantera- además de Morientes y Raúl- y apostó por el joven francés. Su paso por el Real Madrid estuvo lleno de polémicas. No logró anotar en Liga hasta finales de febrero, pero vio portería por primera vez ante el Barcelona. Un héroe muy inesperado para anotar el segundo tanto del 3-0 definitivo.

El gol de la 'Bestia'

Julio Baptista, 'La Bestia', relataba este viernes en As como logró su gol ante el Barcelona. "Fue uno de los momentos más importantes de mi vida. Fue un saque largo de Casillas. Alguien del Barcelona rechazó, el balón volvió a Raúl, y él de cabeza me la consiguió dar. Hice la pared con Van Nistelrooy, y le pegué con el alma". Aquel gol que relata Baptista fue el 0-1 de la temporada 2007/2008. Era 23 de diciembre y el Real Madrid se distanciaba a siete puntos de los azulgranas. Aquella temporada los blancos terminarían cantando el alirón; el tanto de 'La Bestia' permitió que fuese posible.

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