En Anoeta no se olvidan de Eusebio Sacristán. El actual técnico del Girona regresará este lunes a la que fue su casa durante tres años, dirigió 112 partidos a la Real Sociedad, y lo hará con la intención de mirarse al espejo y rememorar tiempos pasados que le llevaron al éxito de recoger a un equipo que estaba en descenso, salvarlo y la siguiente temporada clasificarlo para Europa realizando un fútbol tan vistoso como efectivo. En el Girona aún trata de inculcar su idea, pero se le firmó con la intención de despertar la ilusión de un club rojiblanco que quiere asentarse en Primera y después mirar hacia objetivos más ambiciosos.
Eusebio logró hacerse un nombre en San Sebastián y lo hizo impidiendo que la RealSociedad bajara a Segunda. Recogió al conjunto txuri-urdin en noviembre de 2015 en zona de descenso y acabó el curso en el noveno puesto. Una progresión meteórica e ilusionante que también conocen en Girona porque, sin ir más lejos, el predecesor de Eusebio, Machín, también lidió con un equipo hundido en la tabla y lo salvó. Con esfuerzo se pueden ver ciertos paralelismos entre Eusebio y Machín porque los dos despertaron la ilusión e hicieron realidad los deseos más ambiciosos de las aficiones de sus respectivos equipos porque mientras Machín llevó a Primera al Girona, Eusebio, solo una campaña después de aparecer en el club donostiarra, selló una clasificación tan trabajada como celebrada para disputar la Europa League al acabar sexto. Su fútbol y la gestión del grupo fueron alabados y recuperó el aura triunfal de la Real.
Pero el fútbol no tiene memoria y en su tercer año (2018) se le rescindió el contrato. La marcha irregular en Liga y las eliminaciones en Copa del Rey y Europa League en dieciseisavos de final por el Lleida y el Salzburgo, respectivamente, provocaron el cese. Le suplió Imanol Alguacil. El lunes se vuelve a citar con Anoeta y se espera que Eusebio tenga un buen recibimiento porque dejó un gran sabor de boca entre la afición donostiarra. Ahora está tratando de hacerse un hueco en el Girona y necesita un triunfo para disipar las dudas.