El nuevo Deportivo, toda una colección de capitanes

El duro descenso a Segunda marcó un punto de inflexión en la política de fichajes del Deportivo. Desde el primer minuto Carmelo del Pozo anunció que se buscarían jugadores con un perfil propio de la categoría, pero también que se le iba a dar suma importancia al apartado personal a la hora de fichar, primando la unidad del grupo sobre lo individualidad. Casualidad o no, lo cierto es que el club coruñés se ha convertido en este mercado veraniego en un auténtico coleccionista de capitanes. Así, tres jugadores que la pasada temporada portaban el brazalete en sus respectivos equipos han terminado en el vestuario blanquiazul.

El más conocido de todos ellos para el aficionado español es sin duda Vicente Gómez. El centrocampista, de 29 años, era todo un símbolo en Las Palmas, club con el que disputó 239 partidos oficiales. Capitaneaba al cuadro canario desde 2016, distinción con doble reconocimiento para los deportivistas, ya que lo heredó de Valerón.

No menos importancia tenía en el Independiente Medellín Didier Moreno. Su club lo despidió con una emotiva carta destacando su rol de capitán y la salida del colombiano causó una gran polémica entre la afición. El tercer brazalete lo lucía Pablo Marí, el más joven de todos. El central, de sólo 23 años, llegó al Breda el curso pasado cedido por el City y tardó poco en conquistar el vestuario con su personalidad.

Natxo debe anunciar sus cuatro elegidos

Lo que todavía está por cerrar son los capitanes de esta temporada. Natxo ha decidido que sean cuatro y anunciarlos una vez se cierre del mercado (este viernes). De los seis del curso pasado se han ido Borges, Navarro, Sidnei, Juanfran y Adrián. El único que queda es Mosquera, que repetirá. Él y Álex Bergantiños (capitán ante Albacete y Extremadura) serán dos de los capitanes con total seguridad. A ellos se les podría unir Borja Valle, que portó el brazalete este martes en el amistoso ante el Racing de Ferrol. La elección no será un acto simbólico y hace dos semanas Natxo insistió en la trascendencia: “Es una decisión importante, hay que pensarlo muy bien. No se trata de que lleve el brazalete el más gracioso o el que organice las cenas; es una gran responsabilidad”.