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ICC | BARCELONA 2 - ROMA 4

Un Barça de gaseosa en Texas

Después de un primer cuarto de hora brillante, se dejó empatar y, pese al primer gol de Malcom (1-2), se descosió con la entrada de los ‘niños’. El Roma les hizo tres goles en 14’.

Dallas
Semedo conduce un balón.
Semedo conduce un balón.FERRAN ZUERASDIARIO AS

El paso del Barça por Texas dejó los primeros agujeros negros de la pretemporada. Bordó el fútbol en 15 minutos preciosistas, se desvertebró y desapareció hasta el descanso (1-1); regresó con Malcom a la cabeza (2-1) y terminó por descoserse como ante el Tottenham cuando salieron sus niños del filial, devorados en el cuarto de hora final donde recibieron un parcial de 0-3 hasta el 2-4 definitvo. El Roma, con jugadores con mucho más cuajo en el césped en ese último tramo como Perotti, Florenzi, Schick o Kolarov, aprovechó las debilidades defensivas de ese Barça yogurín para merendárselo. La primera derrota azulgrana en la gira americana tiene conclusiones que van más allá de la inocencia de sus jóvenes. Tal vez lo peor no fuesen los últimos 15 minutos que jugaron un 90 por ciento de futbolistas que no estarán en la primera plantilla este curso, sino asuntos más profundos.

El Barça de la primera parte en Arlington fue un vaso de gaseosa. Su puesta en escena, no obstante, estuvo bien. A los seis minutos ya ganaba después de una combinación preciosa en la que participaron Sergi Roberto, Malcom, Rafinha y Munir que el brasileño completó con un gran disparo. Rafinha ha jugado dos partidos notables demostrando que su problema no es de aptitudes, que le sobran, sino de lesiones y, en ocasiones, de excesiva relajación. Como buen Alcántara, el talento lo tiene. El 1-0 dio alas al Barça.

A partir del minuto 15, sin embargo, el Barça apretó el botón de off y le perdió el hilo al partido. Fueron las primeras grietas del verano expresadas especialmente por Semedo, lateral que va como un cañón pero que desatiende de manera poco responsable sus tareas defensivas. Marlon tampoco interpretó bien las coberturas y por ahí empezó a descoserse el Barça, al que no le entraba sólo agua por la derecha. El Kluivert junior, hijo de Patrick, desbordó como quiso a Lenglet, más dubitativo y lento que en su estreno. Su centro encontró a El Shaarawy, que burló la marca de Semedo. El empate del Roma coincidió con un episodio feo del partido. Un pique Aleix-Manolas, que parece devorado por su personaje después de aquel momento de gloria del 3-0.

Cuando peor estaba el Barça llegó el descanso. Oscuras perspectivas parecían amenazar con el carrusel de cambios, pero Valverde decidió mantener al menos un cuarto de hora más a titulares como Semedo, Lenglet, Rafinha o Malcom. Mientras eso sucedió, el Barça fue incluso capaz de ponerse por delante con el primer gol del brasileño, que volvió a demostrar que es un jugador tobogán. La caída llegó con la última tanda de cambios. Cillessen terminó el partido defendido por diez jugadores del filial y el desenlace no podía ser otro que un carro de goles. Para ellos será la lección de Texas.