Rusia revaloriza al Atlético
Tres de sus jugadores han sido campeones, algo que sucede por primera vez: Lucas, Lemar y Griezmann. Otro fue finalista, Vrsaljko.
Godín. Uruguay. Impecable, soberbio. Uno de los grandes centrales del Mundial. Su nombre está en muchos de los onces ideales. Fue insuperable. Supo trasladar la solidez defensiva del Atlético a su selección. Jugó cada minuto de los cinco partidos que disputó Uruguay.
Giménez. Uruguay. tro de los centrales más destacados, pareja de Godín en el muro charrúa. Fue héroe del primer partido, ante Egipto, cuando marcó de cabeza en el minuto 89’ el 1-0. Y la foto del último, ante Francia, en cuartos, por sus lágrimas al verse eliminado.
Lucas. Francia. Llegó al Mundial como suplente de Mendy pero el lateral izquierdo fue suyo desde el primer partido, y eso que no es su posición natural. Mundial gigantesco. Jugó todo excepto 40’ ante Perú (tercer partido fase de grupos), dio dos asistencias.
Griezmann. Francia. Su Mundial comenzó con el anuncio de que se quedaba en el Atleti (así se lo pidió Deschamps, que no interfiriera) y lo termina como firme candidato al Balón de Oro. Con cuatro goles, tres de penalti, aparece segundo en la tabla de goleadores (empató con Lukaku, Cristiano...) por detrás de Kane (6) por sus asistencias. Fueron tres. En cuartos, semifinales y final. Su influencia en el juego ha sido tremenda. Manejó los tiempos de Francia, fue letal en el balón parado, en la presión en primera línea y en el repliegue, si el juego lo pedía. Fue decisorio.
Lemar. Francia. Fichado por el Atlético justo antes del comienzo del Mundial, éste no ha servido para verle. Su participación ha sido testimonial. 90 minutos solo, en el partido de la fase de grupos que ya no contaba (el tercero, ante Dinamarca, 0-0). No tenía sitio en el centro del campo en esta Francia campeona del mundo. Deschamps se decantó por jugadores más físicos como Kanté, Pogba, Matuidi...
Vrsaljko. Croacia. Finalista con Croacia, el Mundial le ha revalorizado. Y mucho. El croata ha sido uno de los mejores laterales derechos en Rusia, destacado junto a Meunier (Bélgica) y Trippier (Inglaterra), por sus centros medidos, casi goles. Imprescindible para Dalic, ante Rusia se lesionó la rodilla pero eso no le impidió jugar semifinales: de su bota salió, además, el centro para el gol de Mandzukic que les llevó a la final.
Filipe. Brasil. Su lucha por llegar al Mundial se vio recompensada. Cuando Marcelo se lesionó ante Serbia (en el 10’) ahí estaba Filipe para suplirle con creces. Su rotura de peroné olvidada. Su partido ante Serbia fue descomunal. Ante México destacó, ante Bélgica regresó Marcelo y no jugó.
Koke. España. Fue imprescindible para Lopetegui pero no para Hierro. Titular el primer partido (Portugal) y el último (Rusia), ante Marruecos no jugó y ante Irán lo hizo 20’. Recuperó mucho, construyó menos, no sobresalió sobre el resto de medios. Falló el cuarto penalti de la tanda ante Rusia.
Saúl. España. Inexplicablemente inédito. Ni un partido ni un minuto. Si en el camino al Mundial, con Lopetegui, jugó sólo en tres partidos de 12 (337’), para Hierro no contó nunca. Ni su polivalencia, ni su zancada, ni sus 4.751’ con el Cholo. Cuatro jugadores de campo ni debutaron. Uno él, Saúl.
Costa. España De más a menos. Su comienzo escapó al suspenso general de La Roja (dos goles a Portugal, el mejor en el partido; el gol ante Marruecos), su final no. Costa se fue diluyendo. Fue sustituido ante Marruecos (minuto 74), ante Rusia (79’). No jugó un partido completo.