"Odriozola está preparado para hacerlo bien en el Madrid"

"Siendo como es, Álvaro Odriozola está preparado para hacerlo bien en el Real Madrid". Quien dice esta frase no es una persona cualquiera, es seguramente uno de los entrenadores que mejor conocen al nuevo fichaje madridista. Se trata de Patxi Illarramendi, el primer entrenador que tuvo Odriozola cuando entró en la Real Sociedad con apenas 10 años, después de haber pasado su etapa escolar jugando con su colegio, Aldapeta, y sus amigos de clase sobre la arena de la playa de la Concha, en el tradicional torneo playero que se juega cada año en San Sebastián. Un escenario donde antes dieron sus primeras patadas a un balón otros ilustres como Xabi Alonso, Xabi Prieto, Javi De Pedro, Aritz Aduriz, Andoni Iraola... y un largo etcétera. En esa escuela peculiar aprendió a disfrutar del fútbol Odriozola, soñando con jugar en la Real Sociedad, el equipo de su pueblo, al que pudo acceder cuando tenía 10 años, entrando en el equipo alevín y formando una generación de mucho nivel, que años después haría un gran papel en la Youth League, la Champions League juvenil.

Patxi Illarramendi reconoce que le da pena la marcha de Odriozola, pero también admite que a un jugador de esa calidad le tienes que dejar volar libre. "Mi mayor satisfacción es ver un chaval que haya estado conmigo en el alevín triunfando en el primer equipo de la Real, pero en este caso tiene la ocasión de ir a un grande y no se le puede cortar el camino. Es un chaval que tiene la cabeza muy bien amueblada", explica el ya ex técnico txuri-urdin al Diario AS.

Illarramendi traza para nuestros lectores un perfil de cómo fueron los orígenes de Odriozola. En la edad con la que vino es difícil ver si va a llegar tan alto, pero de hecho en su caso tenía condiciones que no se veían en otros chavales, era muy rápido y tenía mucho recorrido. Era el carrilero de nuestro equipo, siempre ha sido muy veloz y daba mucho al equipocuenta Illarramendi, que fue el entrenador que lo llevó al primer torneo importante, el Torneo Canal Plus contra otros equipos alevines de Primera. La Real de Odriozola perdió en la final contra el Villarreal, en la que el donostiarra protagonizó una anécdota que explica su carácter inquieto y sus ganas de jugar siempre a fútbol. "En semifinales jugó y al día siguiente me vino y me dijo que no podía jugar porque tenía el tobillo hinchado. Y en el partido anterior no había tenido nada, pero es verdad que lo tenía inflamado, y claro no le pude poner en la final. Al mes me enteré que después de la semifinal, la noche previa a la final se puso a jugar en la habitación con una pelota con el portero, Mikele Colombo, que era de su colegio, y se le cayó encima y le torció el tobillo. Tuvo la pillería de decirme otra cosa para que no me enfadara", cuenta Illarramendi entre risas. "Se le veían cosas muy buenas, y muy buenas condiciones. Pero es que estaba en una gran generación de jugadores. Fue una camada muy buena. Estaba Odriozola, y chavales que ahora están en el filial como Sangalli y Ugarte, Giralt que está en el Oviedo... de hecho a Sangalli le dieron el mejor del torneo".

Odriozola es una persona extrovertida y divertida, siempre con una sonrisa, algo que ya de pequeño reflejaba con sólo diez años. "Intento tratar siempre llevar a todos por igual, y Álvaro no era preferencial, pero es que era tan cariñoso y tan majo que igual sin darte cuenta igual tienes una relación extra. Porque su madre también era un encanto, y a su madre le ha cambiado la vida, porque es tan seguidora del chaval, que se va a tener que ir a Madrid", dice entre risas Illarramendi, que reconoce que la mentalidad de Odriozola le va a ayudar a triunfar en el Real Madrid. "La cabeza la tiene preprada, pero jugar en el Madrid es muy complicado. Pero tiene el aval del entrenador, que le llevó a la selección. Condiciones tiene, y de ahí para adelante a ver si tiene suerte... pero contra la Real que haga unos malos partidos", se ríe en entrenador donostiarra. Porque Odriozola es como una esponja, y si sigue igual en el Madrid, le ayudará a hacerse un sitio en un club tan grande y complicado a la vez. "Era un chaval alegre y muy disciplinado, muy observador. Era una esponja, todo lo que decías, lo recibía todo y lo ponía en práctica. No era un niño al que hubiera que corregir mucho. Cogía bien cada concepto que le explicaba. En ese sentido era un buen niño, que apuntaba cosas y que las ha demostrado. Está muy preparado".