El Madrid eligió a Benzema por encima de Mbappé hace un año

Mbappé, considerado de forma casi unánime como el próximo dominador del fútbol mundial, llevó su espectáculo al siguiente nivel con su exhibición ante Argentina en cuartos de final (triunfo de Francia por 4-3). Dos goles (en dos disparos, 100% de efectividad), un penalti provocado, siete regates, 12 disputas ganadas… El delantero del PSG lo fue todo en el encuentro disputado en Kazán y las redes sociales no han tardado en hacerse eco de la oportunidad que el Real Madrid dejó pasar hace ahora un año. “Lo de Mbappé es impresionante, ése es el fichaje que tiene que hacer Florentino y no Neymar”, comentaba uno de los muchos tuiteros que dieron su opinión al mismo tiempo que Mbappé ajusticiaba a Argentina. No son pocos los que se lamentan del tren que se le escapó al club blanco y opinan que el Madrid debería centrar sus esfuerzos en el francés, y no en el brasileño.

Mbappé irrumpió en el fútbol europeo dentro del Mónaco 2016-17, una máquina ofensiva perfectamente engrasada en la que encajó a la primera junto a los Fabinho, Bakayoko, Lemar, Mendy, Falcao… Acabó el curso, el primero de su carrera como profesional, con 26 goles y 14 asistencias, destacando sus siete tantos en seis partidos de eliminatorias de Champions League. Y en el mercado de verano era la joya de la corona, el más deseado antes de que se supiese que la marcha de Neymar del Barça era una opción real. Barcelona, City, United, PSG… Muchos se acercaron al Mónaco para intentar su traspaso, aunque el Madrid, que había iniciado los contactos meses antes, partía con teórica ventaja.

Una ventaja que no hizo efectiva por dos motivos. Uno, económico: Mbappé solicitaba un salario de 12 millones limpios pese a tener sólo 18 años y el Madrid, temeroso de una revolución en el vestuario, ni se aproximó a esas cifras. Y el otro, deportivo: su padre y agente sugirió al club blanco que la presencia de Bale, Benzema y Cristiano en la plantilla del Madrid supondría un freno para el delantero galo, por lo que la salida de uno de ellos facilitaría la operación. Dos eran los candidatos: Bale, que venía de un año lleno de lesiones; y Benzema, cuyo rendimiento, pese a ser titular, había sido inferior que el de Morata. Pero el Madrid no se movió en esa dirección y perdió su turno. Le tocó al PSG y los parisinos, con Neymar recién incorporado, no dudaron: cesión por un año y opción de compra obligatoria a cambio de 180 millones de euros, una artimaña para burlar el Fair Play Financiero de la UEFA.

Un año después, la realidad demostró ser tozuda. Bale, pese a algunas lesiones al principio del curso, ha justificado haber seguido de blanco con grandes actuaciones y, sobre todo, con ese doblete en la final de Champions. Pero la comparación entre Benzema (que contó con el apoyo incondicional de Zidane para quedarse) y Mbappé, ambos delanteros de cuna, daña la vista. Mientras que el madridista ha marcado 12 goles en 3.237 minutos (uno cada 270’), el de Bondy anotó 21 en 3.554’ (uno cada 170’), y eso pese a que juega en banda, fuera de sitio por la presencia de Cavani en la punta del PSG. Se tiende a defender a Benzema basándose en su capacidad de asociación y de asistir a sus compañeros, pero en eso también palidece ante Mbappé: 11-16 en asistencias de gol. Y en la selección francesa no es posible compararles, pues Benzema lleva un tiempo apartado por motivos disciplinarios (el caso Valbuena), pero Mbappé ya ha logrado, a sus 19 años, hacerse con un puesto en el once titular de Francia y lleva siete goles en 19 partidos.