El nuevo técnico del Madrid tiene tarea: Cristiano, la portería...
El Real Madrid aún no tiene sustituto para Zidane, que dejó el Madrid por sorpresa este jueves a pesar de tener contrato hasta 2020, pero el que sea elegido (Pochettino es el favorito) ya sabe que se encontrará con varios asuntos a resolver. Algunos de tremenda trascendencia para el futuro del club como solucionar la continuidad de Cristiano o decidir el futuro de Bale. A continuación, presentamos algunos de los frentes abiertos que se encontrará el nuevo técnico del Madrid nada más aterrizar en el Bernabéu…
Caso Cristiano
Sin duda, la gran ‘bomba’ a desactivar por el nuevo entrenador. Cristiano Ronaldo (33 años) congeló la fiesta de la Decimotercera al hacer unas declaraciones de distanciamiento con el club nada más acabar la final: “Fue muy bonito jugar en el Madrid... En los próximos días daré una respuesta”. Hace meses el portugués llegó a decir a algún compañero que no seguiría en el Madrid. El enfado de Cristiano surge de la promesa que le hizo Florentino al asegurarle una subida de sueldo tras la final de Cardiff y meses después echarse atrás. Además, los continuos guiños del presidente del Madrid a Neymar (uno de ellos, durante la gala de entrega del quinto Balón de Oro a Cristiano) no han contribuido a mejorar la situación. En el club no sentaron bien las declaraciones del ‘7’ en Kiev. “No era el momento”, sostienen. Al día siguiente, en las celebraciones por la Decimotercera, la afición le mandó un mensaje a Cristiano y, de paso, a Florentino. “¡Cristiano, quédate!”, corearon el Bernabéu y sus compañeros. El entorno del jugador le ve la próxima temporada en el Madrid, pero el anuncio de la marcha de Zidane dificulta su continuidad. Será labor del nuevo técnico ayudar a calmar el seísmo.
Futuro de Bale
Fue el propio Gareth Bale (28 años) el que se puso oficialmente en el mercado nada más conquistar la Decimotercera. Argumentó que quiere jugar cada semana, que necesita continuidad: “Estuve muy decepcionado por no estar en el once de la final, sentía que me lo merecía. Necesito jugar cada fin de semana. Me tengo que sentar con mi representante para hablar. Quizá me quede, quizá no…”. El galés quiso quedarse en el Madrid el pasado verano (el United se lanzó a por él) para darse una última oportunidad de triunfar de blanco, pero con el paso de los meses entendió que Zidane le negó esa opción dejándole en el banquillo en noches de glamour como ante el PSG, la ida ante la Juve, contra el Bayern (no jugó ni un minuto) o en la final contra el Liverpool. Pero Bale ve ahora el cielo abierto con la dimisión de Zidane y la llegada de un nuevo entrenador. el de Cardiff está protegido por Florentino y este cambio de escenario es viento a favor para su continuidad en el Madrid.
La portería
La portería es un tema de debate constante en el Real Madrid desde la salida de Casillas, en 2015. Aquel verano, el Madrid estuvo a punto de fichar a De Gea, pero unos papeles que no llegaron a tiempo al TMS (Transfer Matching System) el último día del mercado, convirtieron la operación en un sainete: el español se acabó quedando en Manchester y Keylor permaneció en el Madrid. Pero a pesar de la solvencia mostrada por el tico, el club seguía recelando de él y buscando portero: De Gea, Courtois, Leno… El pasado mercado de invierno, el Madrid tenía apalabrado el fichaje de Kepa Arrizabalaga, pero Zidane lo frenó en seco. “No necesito un portero”, dijo el técnico, que nunca consideró prioritario la llegada de un meta. Será ahora labor del nuevo entrenador sentarse con el club y decidir si reforzar o no el puesto.
Neymar, el fichaje de un ‘9’…
El desplome del Real Madrid en la Liga y la eliminación en la Copa llevó al club a la conclusión de que en verano se debía acometer una reforma de la plantilla. Se ganase o no la Champions. Y esa cirugía, que el club contaba con Zidane para dirigirla, recae en parte en el nuevo técnico. Son decisiones cruciales para el futuro del equipo: el fichaje de Neymar (“Yo no lo he pedido”, llegó a decir Zidane), el debate sobre la conveniencia o no de fichar un nueve de garantías que le dé competencia a Benzema, tomar una decisión sobre Ceballos (fichado el pasado verano por 16,5 millones como una de las grandes esperanzas del fútbol español y al que Zidane no le tuvo fe), resolver el futuro de los cedidos (Vinicius, Raúl de Tomas, Odegaard…)...