Ni la Real ni el Barça, la liga perfecta la firmó el Ourense

Durante las últimas semanas el mundo del fútbol ha estado atento al número de partidos consecutivos sin perder que sumaba el Barça, con el mítico récord de 38 encuentros de la Real Sociedad de Alberto Ormaetxea entre las temporadas 1978-1979 y 1979-1980 como meta. El pasado 7 de abril, con su victoria ante el Leganés (3-1), los de Valverde dieron caza a los donostiarras y ya suman 40 partidos invictos. El reto de Messi, Iniesta, Busquets y compañía es ahora completar una Liga entera sin derrotas.

Sin duda será un gran logro, pero estará todavía muy lejos de la gesta que consiguió el Ourense en la temporada 1967-1968, de la que se cumplen 50 años. El equipo rojillo, que entonces militaba en Tercera (actual Segunda B), firmó la liga perfecta: 30 partidos, 30 victorias. Además, aquel equipo logró estar 67 partidos invicto en la liga regular (60 victorias) y cuatro años consecutivos sin perder en el mítico estadio de O Couto.

Con motivo de aquella temporada irrepetible, As reunió a siete jugadores de aquella histórica plantilla que entrenaba Fernando Bouso, el arquitecto de la proeza junto al presidente Florencio Álvarez. Carballeda, pichichi de aquel equipo con 38 goles, recuerda que "nuestro objetivo era ganar la Liga, éramos el mejor equipo, pero nunca pensamos en ganar todos los partidos ni arrasar. Cuando pitaron el final contra el Compostela fue una explosión. Invadieron el campo, me quedé sin camiseta... Este récord es único, nadie lo va a igualar". El lateral Lozano da una de las claves: "Nos marcaron ocho goles, teníamos una gran preparación física". Pito, uno de los dos medios, explica la disposición táctica del Ourense: "Jugábamos un 1-4-2-4. Yo jugaba con Ángel en la media. Éramos dos, pero ayudaban mucho los interiores. Todos bajábamos y subíamos, aquel equipo era un acordeón perfecto".

La magia de aquel Ourense la ponía Pataco, que dos años después ficharía por el Atlético: “Tenía unos compañeros increíbles, cuidaban de mí en el campo como un marqués. Éramos muy espabilados en el campo y muy buenos, no vi a nadie rematar de cabeza como Carballeda". Conde, delantero suplente de Carballeda, recuerda que "en aquella época no había cambios, por lo que siempre jugaban once. Los reservas casi no jugábamos, pero me tocó contra el Lemos y recuerdo que ganamos 1-0 con un gol mío". Otro delantero como Buján destaca el compañerismo: "Nos estábamos renovando. Pataco y yo veníamos de juveniles y nos integramos muy bien, era un gran grupo". El meta Oñate, suplente de Roca, lo tiene claro: "El secreto de aquel equipo era que jugaban los mismo once y se conocían de memoria".

A pesar del récord, el Ourense cayó en el playoff ante el Elche y se quedó sin ascenso a Segunda, algo que conseguiría la temporada siguiente.