El PSG femenino de Hermoso y Paredes también deslumbra
El PSG Femenino no juega la Champions. Un drama para un equipo que viene de dos finales casi seguidas y que contrata a las mejores.
Última hora del PSG - Real Madrid
Desde que el Fondo de Inversión qatarí se hizo con el PSG en 2011, la dirección del club tuvo claro que para completar el éxito de levantar la Champions había que hacer lo mismo con el equipo femenino. Por eso su presupuesto se ha ido incrementado del medio millón de aquel 2011 hasta los siete millones actuales. Fichajes de renombre, entre los que destacan los de dos españolas, Jennyfer Hermoso e Irene Paredes (la tercera, Vero Voquete, acaba de poner rumbo a China con 30 años), han conformado una plantilla de estrellas entre las que suman veinte nacionalidades diferentes, una auténtica Torre de Babel en la que es difícil encontrar a una futbolista que no sea internacioonal con Alemania, Brasil, Estados Unidos, Suecia, España, Túnez, Polonia, Canadá, Chile, Macedonia, Países Bajos, Turquía, Noruega o Bélgica.
Los sueldos también han crecido. El de las mejor pagadas se acerca a los 200.000 euros, y en cualquier caso es un equipo enteramente profesional. Un esfuerzo grande, sin duda, que ha servido para que el PSG Femenino fuera nombrado Segundo Mejor Equipo del Mundo por la IHFFS, pero no para ganar la Champions.
Después de haber conseguido llegar a dos finales en los últimos tres años, perdió la primera en 2015 ante el Frankfurt (1-2), y la segunda en 2017 ante el todopoderoso Olympique de Lyon en la tanda de penaltis (6-7).
Y así se llama el principal problema del PSG, el Lyon. Con menos presupuesto (3,5 millones), pero con una larga tradición de cantera, ha ganado los últimos once campeonatos de manera consecutiva (y las dos últimas Champions). Este PSG que deslumbra con tantas internacionales no ha pasado de cinco subcampeonatos en los últimos siete años. A la Champions van los dos primeras clasificados, por eso, quedar por detrás del Montepellier la pasada campaña y por tanto, sin opciones a la orejona, creó una especie de pequeño terremoto en su estructura, que aunque es independiente y dirigida por Bruno Cheyrou, el máximo responsable es el director deportivo Antero Henrique, el mismo que en el masculino.
El PSG es un equipo con glamour, pero no tanto como el de los chicos. Para empezar, entrenan en una ciudad deportiva aparte. Viajan en tren, pocas veces en avión, y no tienen autobús propio para el equipo. Las chicas aún viven a la sombra de los Neymar, Mbappé y Cavani en un mundo que cada vez empieza a ser más profesional. Al Khelaifi era muy contrario a ofrecer primas, pero abrió la mano en los últimos años en las dos finales de la Champions (5.000 euros por cabeza). A los chicos les ha prometido un millón de euros a cada uno si ganan el trofeo...
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