El Reus se llevó el derbi y demostró que el Nou Estadi es la kryptonita de un Nàstic que sigue mostrando una su peor cara ante su afición. El conjunto grana fue a remolque durante todo el partido, Juan Domínguez hizo el 0-1, y solo hubo esperanza en la segunda mitad. Fue entonces cuando Álvaro Vázquez empató, pero Vítor, con una genialidad, firmó el triunfo para un equipo ‘roig i negre’ que respira y vuelve a ganar cinco jornadas después.
El Reus apareció mejor en escena, con un Carbia omnipresente, y puso en apuros a un Dimitrievski que vio cómo su zaga solo podía achicar agua. Con el paso de los minutos y la aparición de Muñiz entre líneas, el Nàstic empezó a merodear el área de un Edgar Badía que se mostró seguro. El problema fue que los problemas en la salida de balón que presentó el conjunto ‘roig i negre’ dieron alas a su rival y Muñiz y Mesa tuvieron el 1-0. No acertaron, la grada empezó a impacientarse porque se veían superiores, pero en el 38’ llegó el mazazo. Juan Domínguez aprovechó un balón muerto en el área, la acción se inició en un saque de banda, e hizo el 0-1. La ilusión se desató en la Grada Visitante de un Nou Estadi que empezó a creerse gafe para su Nàstic.
Tras el descanso, los primeros nervios no tardaron en aparecer porque Yoda puso a prueba a un buen Dimitrievski. Además, el juego no acababa de ser nítido y a los jugadores grana se les notaba ansiosos. Ante la falta de pegada, Rodri dio entrada a un Álvaro Vázquez que se juntó con Barreiro y a Dumitru, que debutó. Se vio otro Nàstic, más vertical, y en el primer balón que tocó Dumitru estuvo a punto de empatar. Fue un aviso y, en el 72’, Álvaro Vázquez no falló. Destila gol y cabeceó a la perfección un centro medido de Javi Jiménez desde la izquierda. Los últimos minutos fueron de ida y vuelta y el fútbol quiso que el triunfo cayera del lado del Reus. Con Vítor de ejecutor.