Dani Ceballos sigue sin tener gran relevancia para Zidane. El utrerano, acostumbrado a jugar minutos en las segundas partes, no consigue encontrar un hueco en un once inicial incluso en un partido sin nada en juego, como el que enfrentó al conjunto blanco ante el Borussia Dortmund. En una alineación con rotaciones, Ceballos tuvo que esperar hasta el minuto 58 para hacer acto de presencia. Desde entonces, fue el claro protagonista en los 32 minutos de los que dispuso.
Nada más y nada menos que 66 fueron los pases que Ceballos realizó en poco más de media hora. Lo llamativo, su alta cantidad de éxito: el 98% fueron pases buenos. Números muy elevados para un recién ingresado al terreno de juego que demuestran personalidad y confianza en sí mismo pese a no jugar todo lo que le gustaría. Probó dos disparos, sin fortuna, ante la portería de Burki.
Su entrada fue un soplo de aire fresco para el equipo, que había visto como el Borussia había levantado dos goles en contra y estaba cuajando un gran arranque de segunda parte. Encaró con valentía ante una defensa alemana que empezaba a dar símbolos de flaqueza tras un gran desgaste físico. El mapa de calor del centrocampista fue contundente: dominio de la posesión y constante movimiento cerca del borde del área.
Esta temporada, Ceballos ha participado en doce encuentros disputando un total de 438 minutos. Sólo fue titular en Copa del Rey (los dos duelos ante el Fuenlabrada) y en otros dos encuentros ligueros (ante Alavés, anotando dos goles, y ante el Eibar). En Champions, aún no ha sido titular: participó en cuatro encuentros (no jugó ninguno de los dos ante el Tottenham). Sorprendente fue su suplencia en la visita a Chipe ante el débil APOEL y en el trámite ante el Borussia.
La recuperación de Kovacic ha limitado aún más las oportunidades de Ceballos. En las últimas cinco jornadas, sólo ha disputado 12 minutos. El sábado visita el Bernabéu un Sevilla que suma los mismos puntos en Liga que el conjunto de Zidane. Casemiro no será de la partida, ya que cumple sanción, por lo que el entrenador francés tendrá un hueco que rellenar (más los malabares que deberá hacer en la defensa) en su once habitual. Ceballos sigue, una vez más, pidiendo paso.
