Un Espanyol estándar

No es el mejor comienzo de la era Cornellà-El Prat, ni muchos menos. Podríamos calificarlo como un Espanyol estándar, porque ha sumado en estas primeras 10 jornadas la media de puntos juntando las nueve campañas de vida del estadio. Los mismos guarismos, sin ir más lejos, que logró Sergio González la campaña de su despido o los que cosechó Mauricio Pochettino en su primer curso al frente del equipo. 

La mejor temporada fue la 2010-11 con 18 puntos: un Espanyol que coqueteó con las posiciones europeas hasta el comienzo de la segunda vuelta, cuando se desinfló. Contó el conjunto perico con un calendario más ligero que el actual: solamente jugaron ante Villarreal y Real Madrid como equipos potentes en ese tramo, aunque también con Getafe y Mallorca, ambos clasificados el curso anterior para Europa. Esta campaña, en cambio, el equipo ya ha pasado un Torumalet a domicilio: Sevilla, Barcelona, Villarreal, Real Sociedad y Real Madrid.

Hay otros datos que refuerzan el comienzo perico pese a conseguir una puntuación habitual. Con 12 goles en contra, es el segundo Espanyol con un mejor funcionamiento defensivo, por detrás solo del primero de Pochettino, que había recibido diez. Curiosamente, y como dato más negativo, aquella temporada fue la peor en cuanto a goles en la jornada 10 (solo ocho), uno menos de los que se llevan actualmente (9) y los mismos que se lograron en la 2010-11 y la 2011-12. Nunca fue el Espanyol un conjunto que destacara por su olfato goleador y pegada en los últimos años.

El equipo inicia ahora otra fase en la que debe pasar de ser un Espanyol estándar a otro excepcional. Una asingantura pendiente en Cornellà.