Berizzo, ese Bielsa 2.0

Rotar o no rotar, ése es el dilema que asalta a este Sevilla de los buenos resultados todavía a pesar de la derrota en San Mamés, pero con dudas en el juego y sobre todo con críticas por los constantes y relevantes cambios en las alineaciones titulares de un partido a otro, casi sin remisión. Pero Eduardo Berizzo no cambiará, al menos de momento.

Y ayer, desde la lejanía de Moscú, antes de un choque ante el Spartak que marcará su devenir en Champions, el entrenador argentino por fin lo explicaba sin reservas: "10 futbolistas que jueguen siempre encuentran quizá antes la línea de juego. El costo de hacer múltiples cambios es la crítica, pero la ventaja es llegar enteros a los últimos meses. Repetir formación daría más estabilidad a la línea de juego, este equipo el año pasado sufrió el desgaste de una competición múltiple y recargar de minutos a los jugadores. Acepto la crítica, pero tengo el convencimiento de que nos impondremos en la línea de juego y llegaremos descansados a los últimos meses. El gran beneficio es ser un equipo fuerte de cara al futuro. Si usara 10 futbolistas solamente también me criticarían por no aprovechar la gran plantilla que tengo, así que entre una crítica y otra opté por ser fiel a mí mismo".

Fiel a sí mismo en una revisión del bielsismo que tanto venera y que cultivó durante tres campañas de sueños en el Celta de Vigo. También seguidor del Loco, su antecesor en el banquillo nervionense Jorge Sampaoli se acostumbró al vértigo de un once más o menos definido pero tras disputarle la primera posición liguera a Real Madrid y Barcelona durante algunos meses lo acabó pagando en una recta final de campaña menos que mediocre, eliminado por el Leicester en octavos de Champions, desperdiciando 11 puntos sobre el Atlético, que lo acabó superando en la tercera posición, y casi agarrando la cuarta con la lengua fuera. Le sobraron bastantes semanas de competición al ahora seleccionador de Argentina.

"Sin Marcelo yo no sería el mismo, me fascinó su manera de entrenar, su fútbol impregnó la mía", ha dicho Berizzo en más de una ocasión después de que Bielsa lo apadrinara como su asistente en la selección chilena, poco antes precisamente de que llegara Jorge Sampaoli. Pero al propio Bielsa le jugó alguna mala pasada la falta de regulación en sus equipos. El Loco llegó a dos finales, Copa y Europa League, con un Athletic extenuado, al que se le notó el desgaste en las costuras durante los minutos decisivos.

Agarrado a un fútbol similar de ideales ofensivos y ritmo, aunque a su Sevilla le esté costando, Berizzo mezcla su credo con otro más pragmático, el de Luis Aragonés: "Hay que llegar bien a los últimos 10 partidos de la temporada. Ahí se juega todo", predicaba el Sabio de Hortaleza. En ello se empeña, jugándose el crédito y quizá algo más, el Bielsa 2.0 del Sevilla.