Unai Núñez y Undabarrena empujan desde el filial

Unai Núñez e Iker Undabarrena empujan desde el Bilbao Athletic con ganas de progresar, acabar la temporada en el filial como central y mediocentro franquicia, respectivamente, y opositar seriamente a un hueco en la pretemporada del primer equipo.
La evolución de ambos va incrementándose conforme avanzan las jornadas en el Grupo II de Segunda B. El pasado domingo, en la matinal de Lezama, ante un rival de empaque, de los que te dejan metros y rasean el cuero como el Real Madrid Castilla, fueron los dos hombres más destacados. El central, recio, potente, de envergadura, portugalujo cosecha del 97, se sobrepuso al rechace que le golpeó en la pantorrilla y acabó en la red de Unai Simón. Ya que a renglón seguido anotó en la portería contraria de un brioso testarazo levantándose majestuoso sobre el grueso de la zaga del Castilla.

Núñez, que además de central puede actuar de lateral derecho, donde no desentona en absoluto, se ha hecho con la categoría en su estreno en Segunda B y es un fijo para José Ángel Ziganda. Le han cambiado de pareja por necesidades el guión (Unai Bilbao, Gorka Pérez, Sillero), pero él sigue a lo suyo. Concentrado y expeditivo, al estilo de Yeray Álvarez, que sin hacer mucho ruido se ha afianzado en la élite y ya ha saltado a la selección Sub-21.
En su día Unai Núñez, que tiene un hermano en el Portugalete que actúa también en el eje de la zaga, fue tentado por el Manchester City, aunque el Athletic le blindó como en los casos de Xiker (ahora en el Toledo) o Villalibre, y siguió su formación en la pirámide de Lezama.
Manija. Por su parte, Iker Undabarrena se ha recuperado satisfactoriamente de una rotura de ligamento cruzado. El volante de Gorliz va aguantando cada vez más minutos a pleno pulmón y lleva la manija con criterio del Bilbao Athletic. Contemporiza y marcar el rirmo del filial.
Por sus piernas, con Tarsi Aguado de escudero, pasan todos los balones que acuna desde el balcón del área para hilvanar las jugadas de ataque. La competencia arriba, en su caso, es brutal, con los Beñat, San José, Iturraspe, Rico, Eraso y la vuelta de Unai López, cedido en el Leganés.