Caicedo se implica y se entrena en la jornada de descanso

El primer equipo tiene descanso hasta el martes. Nadie del cuerpo técnico ni de la plantilla se acercó este sábado a Sant Adrià. Nadie menos Felipe Caicedo. El ecuatoriano, de forma voluntaria, acudió a la Ciudad Depotiva y se le vio correr en solitario por el campo principal de entrenamiento, recuperando el tono físico después de unas semanas en las que ha estado al margen del grupo a causa de un virus y en el foco de la noticia por su intención (y la del club) de abandonar el Espanyol en este mercado de invierno. Hecho que no se produjo y que garantiza la continuidad del delantero al menos hasta junio. No le queda más remedio al jugador que pelear como uno más, y así lo espera también Quique Sánchez Flores, quien ya explicó en sala de prensa su convencimiento de que el delantero sería un buen profesional.

El delantero, que ya se reintegró a la dinámica del grupo a finales de la semana pasada y que jugó los últimos minutos del partido de Málaga, está con ganas de recuperar su mejor versión y combatirle la titularidad a Gerard Moreno. Así lo han percibido también los técnicos, quienes confían en que el delantero pueda recuperar su nivel y aportar goles al reto que se le avecina al Espanyol en esta prometedora segunda vuelta. La dirección deportiva también acogió con expectación este gesto.

Desde el primer momento, y como ha ido explicando el entrenador en sus últimas conferencias de prensa, los deseos de un jugador franquicia como Caicedo y de un Espanyol cooperativo de Quique chocaban. Las primera suplencias del ecuatoriano afloraron un pequeño divorcio de intereses entre ambos, alejado el delantero de los conceptos que el entrenador le pedía a los jugadores. El pasado 24 de octubre, AS ya apuntaba que Caicedo no cuajaba en el sistema de Quique y que ambas partes buscarían una salida en enero. Un desenlace que no se ha producido. Ahora Caicedo quiere cuajar y Quique está también por la labor de recuperarlo.