De superfichajes a fiascos
Recordamos a jugadores que trasladaron ilusión a la afición al principio pero que con el paso de los partidos sólo dejaron amargor en la hinchada.
Se baja la persiana. El mercado de fichajes de la temporada está cerrado. Se ha especulado con astronómicas cifras monetarias durante el periodo estival. Y es que después del transcurso de una gran competición veraniega, las transacciones cobran mayor relevancia con esos jugadores revalorizados tras sus actuaciones en el transcurso de ya sea un Mundial o una Eurocopa. Sin ir más lejos, el culebrón de este verano lo protagonizó Paul Pogba, que después de llegar a la final de la Euro de Francia con su selección, el coste de su fichaje por el Manchester United se elevó hasta los 105 millones, cifra récord en la historia del fútbol.
Pero el cartel que adquieren los jugadores durante el mes de competición es un arma de doble filo. Si bien a muchos jugadores les sirvió de trampolín para elaborarse una gran carrera futbolística, a otros solo les han llevado al recuerdo de calificarse como fiascos.
En la siguiente lista recordaremos a una serie de jugadores que trasladaron ilusión a la afición en un primer momento, pero que con el paso de los partidos sólo dejaron amargor en la hinchada.
- Predrag Spasic: El central serbio tuvo una destacada actuación en el Mundial de Italia 90, donde fue el foco de atención en el partido de octavos que enfrentó a los balcánicos contra España y el rocoso central secó a Emilio Butragueño y a Julio Salinas. Yugoslavia cayó eliminada por penaltis en cuartos ante Argentina, a la postre subcampeona. Spasic tuvo una soberbia actuación ante Caniggia, quien no rascó bola en el partido.
Este rendimiento le sirvió para fichar por el Real Madrid ese verano, según se dice, avalado por Di Stefano. En la casa blanca su recuerdo es áspero, pues su productividad se limitó a 22 partidos, siendo uno de ellos contra el Barça, en donde se ganó su sentencia con la parroquia madridista al anotarse un gol en propia meta, lo que supuso el 1-2 adverso.
- Oleg Salenko: El delantero ruso tiene el honor de ser el único jugador que ha anotado cinco goles en un partido de un Mundial. Fue en 1994, cuando perforó la red de Camerún defendida por Jacques Songo´o hasta en cinco veces. Se erigió pichichi del torneo de Estados Unidos, junto a Stoichkov, con seis goles –marcó otro a Suecia-.
La Bota de Oro le valió para que el Valencia se fijara en él y le pagase 300 millones de pesetas al Logroñés por su fichaje. En la capital del Turia su rendimiento estuvo lejos de lo que se esperaba de un goleador mundialista, y su registro se quedó en siete goles en toda la temporada.
- Goran Vlaovic: Otro de los fiascos en la delantera valencianista. El punta croata ganó enteros para fichar por un equipo grande tras su actuación en la Euro de 1996, en la que hizo dupla con Davor Suker. Llegó a Mestalla para hacer olvidar a Mijatovic, pero estuvo bastante lejos de llegar al rendimiento del montenegrino. La irrupción de jugadores como Ilie o Claudio López le cerraron el paso en el conjunto valencianista.
- Carlos Gamarra: Despuntó con Paraguay en el Mundial de Francia 98, en el que fue incluido en el once ideal del torneo. En el segundo partido de la fase de grupos, la dupla de centrales Gamarra-Ayala secó a la delantera española, lo que dejó prácticamente a La Roja sin opciones de clasificarse para octavos. El central, con un cartel excepcional, fichó con el Atlético de Madrid la siguiente temporada. Su paso por el Calderón fue escabrosa, quedando para el recuerdo rojiblanco ser uno de los centrales del año del descenso al infierno. Tampoco puso de su parte para recibir cariño del Manzanares: “Si por mi fuera, ya no estaría en el Atlético”, expresó en mitad de temporada.
- Zlatko Zahovic: España conoció a este talentoso mediapunta en la Euro 2000. En el partido que enfrentó a Eslovenia con la selección española, Zahovic anotó el gol esloveno y trajo de cabeza a la defensa de Camacho. En esa Euro, anotaría tres de los cuatro tantos de los eslovenos. En Valencia ya le seguían de su trayectoria en Portugal, y tras la Euro le catapultó al conjunto ché para suplir la baja del ‘Piojo’ López. 1.400 millones pagó el equipo de Cúper al Olympiakos para traerle. Su actuación en Valencia fue de 4 goles en 23 partidos y la triste memoria de ser el primer jugador en fallar el penalti de la tanda final contra el Bayern de Munich.
- Lee Chun Soo: El mundial de la sospecha arbitral con favores inexplicables a la selección coreana, sirvió para poner en el escaparate internacional a este dudoso delantero. Una temporada después, en un ejercicio de obviar cualquier Síndrome de Estocolmo, la Real Sociedad pagó 4 millones de euros por el coreano. No terminó de cuajar en el equipo, en donde sólo llegó a disputar dos partidos completos. Al final, el tiempo sólo le dejó la justificación de su fichaje por abrirse camino en el emergente mercado asiático.
- Rustu Recber: Turquía quedaría tercera en el Mundial de Corea en gran parte gracias a la destacada actuación de su portero, que fue elegido como mejor cancerbero del torneo, incluso por delante de Kahn. Un año después, el Barça le fichó para ocupar el hueco dejado por Bonano, pero se encontró con la apuesta de Rijkaard por Víctor Valdés. El turco no consiguió encajar en la estructura del holandés y sólo disputó 3 partidos ligueros, en los que tras un 3-0 ante el Racing de Santander supuso su ostracismo definitivo.
- Roman Pavlyuchenko: El ariete de Krasnodar deslumbró en la Euro 2008. Sus tres goles en el campeonato le valieron la bota de plata, detrás de Villa. 17,4 millones de Euros le llevaron a White Hart Lane desde el Spartak de Moscú. En el equipo londinense no logró la titularidad ante jugadores como Defoe, Crouch o Darren Bent. Su mejor papel fueron unos modestos diez goles en 29 partidos en la temporada 2010/2011, lo que no le impidió que una oferta del Lokomotiv en el mercado de invierno de la siguiente temporada fuese rechazada.
- Fabio Coentrao: Mejor lateral izquierdo del Mundial 2010 para la prestigiosa revista francesa L’Equipe, aun cayendo en octavos ante España. Jose Mourinho le fichó por 30 millones de Euros para reforzar el costado izquierdo y sobre todo para dotar de un mayor carácter defensivo del que podía dar Marcelo. Actuaciones irregulares, la losa del precio por su traspaso y la poca confianza del Bernabeu –infundido por algún que otro tema extradeportivo- produjo una bajada considerable en su cartel, lo que se tradujo en su cesión la pasada temporada con rumbo al Mónaco.
- Divock Origi: El belga entró en la lista mundialista de Bélgica en el último momento en sustitución de Benteke, quien se rompió el tendón de Aquiles a meses del comienzo del torneo. El delantero consiguió anotar el único tanto ante Rusia, en el último partido de la fase de grupos y que le valió la clasificación a los Red Devils. Esta gol infló su caché y el Liverpool desembolsó 12,3 millones por el belga, aunque le mantuvo cedido en el Lille, donde no cuajó una excelsa temporada. En el último año recaló en Anfield, donde ha estado la mayoría de la campaña lesionado y ‘The Kop’ a la espera de justificar el precio de su fichaje.