366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 13 DE AGOSTO

Un francés reconstruye la Juve tras su caída (2006)

Filippo MonteforteAFP

Tras el Moggigate, la Juve se vio abocada a una situación insólita: abordar una temporada en Segunda División con un equipo planificado para disputar o incluso ganar la Champions. Así que tuvo un intenso verano, dedicado a vender a los jugadores que no querían permanecer en el club porque eran alérgicos a una categoría menor, a convencer a los que consideraba imprescindibles y a buscar refuerzos jóvenes para sustituir a los que se marcharan. No era fácil. La familia Agnelli busca un hombre lo menos contaminado posible por el fútbol y escoge a un francés, Jean- Claude Blanc, un hombre del deporte, pero de otro deporte. En realidad, un hombre del negocio deportivo, organizador de distintos eventos, entre otros, Roland Garros. Se le contrata como administrador delegado con plenos poderes.

Blanc se pone a trabajar. Contrata a un entrenador de su confianza, Didier Deschamps, y las operaciones van saliendo bien. Capello, que se ha ido al Madrid, tirará de Cannavaro y Emerson. Cannavaro, que entretanto ha ganado con Italia la Copa del Mundo, con una actuación que le valdrá el Balón de Oro y el FIFA Player, le cuesta al Madrid 12 millones de euros, a sus treinta y dos años. Capello también pide que el Madrid le compre a Emerson, mediocampista de treinta años, poco encanto pero amplio recorrido, que ya quiso fichar Camacho para el Madrid. Otros 11 millones. El Barça, que tiene un magnífico equipo, campeón de Europa, pero quiere reforzar la defensa, se lleva a Thuram, ya de treinta y cuatro años, por 4 millones, y al lateral Zambrotta, de veintinueve, por otros 14 millones.

Blanc cierra otras dos operaciones fuertes dentro de Italia, donde vende a Vieira (9,5 millones) y a Ibrahimovic (24 millones), ambos al Inter. En total ha ingresado 74,5 millones y, salvo Ibrahimovic, todos los que han salido son veteranos en el final de sus carreras. De España obtiene 41 millones por jugadores que, visto con perspectiva, no les resolvieron nada ni al Madrid ni al Barça. A los dos años ya no quedaba aquí ninguno de ellos. Y se quitó de encima unas fichas tremendas, que pagaron sus compradores. Se quedan Buffon, Nedved, Del Piero, Camoranesi y Trezeguet, con los que Deschamps mantiene un esqueleto del equipo, a los que añade una pléyade de jugadores jóvenes, de bajo precio, deseosos de vivir la aventura de la Juve: Belardi, Mirante, Legrottaglie, Piccolo, Tudor, Marchionni, Matteo, Cristiano Zanetti, Bojinov, Guzmán, Sculli, Volpato… Con ese grupo empieza la Juve la nueva pretemporada, tal día como hoy. Empieza una nueva vida.

Al tiempo, negocia con las teles. Mantiene el último año de contrato con Sky por 100 millones de euros y firma uno nuevo para las dos siguientes temporadas con Mediaset. La Juve afronta su temporada en Segunda con una plantilla apropiada, en la que mantiene la solera de los Buffon, Nedved (Balón de Oro) y Del Piero, a los que añade fuerza e ilusión. La plantilla es más barata y competitiva. El equipo empieza el campeonato en Rímini, el 8 de septiembre, con diecisiete puntos negativos, sanción que llevó arrastrada en el descenso de categoría. A final de temporada será campeón, pese a salir desde tan atrás. Al año siguiente, tercero, y a la Champions. Y al otro, segundo, y otra vez Champions.

Jean-Claude Blanc había transformado una derrota en una victoria. Había hecho bien su trabajo. Tanto, que hoy es presidente de la Juve, el primer presidente extranjero de su historia.

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