ESPANYOL

Quique ofrece las primeras pinceladas de su modelo

El entrenador empleó un sistema de juego de 4-4-2 y trabajó la presión después de pérdida de balón. Quique no carga pilas sino conceptos a sus jugadores.

Barcelona
Gorka Leiza

Más que “cargar pilas” —expresión tópica de las pretemporadas en las que las carreras por la montaña, las sesiones maratonianas y el entrenamiento del aspecto físico de forma aislada eran el pan de cada día—, Quique Sánchez Flores intenta que su plantilla “cargue conceptos”. Por eso mismo, en los primeros días de trabajo, el balón y los ejercicios con consignas tácticas copan las sesiones, que acostumbran a ser de hora y media, desarrolladas en alta intensidad, con el objetivo de que la plantilla vaya empezando a asimilar las ideas del entrenador.

Fue muy clarividente Víctor Sánchez este jueves en sala de prensa. “Quique habla muy claro. Sabe lo que quiere. Hemos hecho tres o cuatro entrenamientos en los que en cada ejercicio intenta dar una pequeña idea de lo que quiere. Es bueno que el técnico implante sus conceptos. Poco a poco, iremos sabiendo más lo que espera de nosotros pero siempre nos deja detalles”, comentó el mediocentro, después de ser interrogado por esa filosofía que intenta transmitir el director del equipo.

En la sesión matutina del jueves se pudieron apreciar algunas pinceladas del modelo de juego que quiere implantar el entrenador y su cuerpo técnico para la presente temporada. Para empezar, en el partido de entrenamiento que cerró la sesión, el técnico utilizó un sistema de juego 4-4-2, con un Leo Baptistao con mucha movilidad, representando un peligro constante para los centrales rivales. José Manuel Jurado actuó enganchado en el costado zurdo, posición en la que mejor ha rendido en sus etapas en España, Alemania e Inglaterra, con esas diagonales peligrosas.

Al margen de la disposición en el campo, que podría alternarse con otros sistemas en función de cómo quede configurada la plantilla aunque el técnico está por la labor de alinear a dos delanteros, los ejercicios estuvieron marcados por la presión. Fue el concepto que quiso trabajar Quique. El Espanyol del curso 2016-17 será un equipo que agobie al rival cuando pierda un balón en campo contrario, seña de identidad de otros equipos con éxito como el Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla o Athletic de Bilbao. Por eso mismo, el técnico quiere disponer de un equipo capaz de reunir a muchos jugadores en ataque sin perder el equilibrio, para estar en disposición de aplicar este comportamiento defensivo.

Instruido por su amplia cuerpo técnico, siempre encima de los jugadores, la plantilla empieza a interiorizar lo que le pide el técnico en este ilusionante proyecto.

Lo más visto

Más noticias