Año clave para Iker Muniain

Muniain pasa una reválida en esta temporada. Le quedan tres años de contrato, pero San Mamés le va a exigir un alto rendimiento y el navarro lo sabe. Hay dos motivos fundamentales: su gris final de campaña y el turbio asunto extradeportivo que salió a la luz junto a David de Gea al empezar la Eurocopa.

Quiere lavar su imagen y qué mejor manera que hacerlo sobre el terreno de juego, donde será observado con lupa. De ahí que lleve una preparación especial este verano, con mucho trabajo para fortalecer sus piernas, que perdieron parte de su potencia con la lesión de cruzado. Se ha encargado de divulgar en las redes sociales sus ejercicios sobre arena. También las aprovechó ayer para mandar un mensaje a un amigo, Joseba Etxeberria, por su nombramiento como entrenador del Basconia.

Ernesto Valverde está esperando la mejor versión de Muniain, al que concedió una veintena de partidos desde el extremo izquierdo como inversión, sabiendo que no le daría todavía lo que puede. La lesión de Sabin Merino y la tardía recuperación de Ibai le ayudaron a apostar más veces por él.

Más allá de lo útil que pueda ser guardando el balón y rompiendo líneas, le quiere concienciar a la hora de ser más decisivo en pases de gol y remate a puerta. Un jugador que se mueve por el frente de ataque no puede terminar las temporadas con dos goles, como en las dos últimas. Cierto es que la lesión le restó partidos, pero también que se debe acercar más a los nueve que logró un año con Bielsa y otro con el propio Txingurri.