El reto de Valverde es hacer de Sabin Merino un Aduriz
Tiene gran remate de cabeza y golpeos con ambas piernas. El técnico no cuenta con Sola y Viguera, que van al mercado
Ernesto Valverde tiene una misión importante de futuro en su cuarta temporada consecutiva en el Athletic: ir forjando un ariete para cuando el cuerpo y la mente inviten a Aritz Aduriz (35 años) a apartarse a un lado. Y tiene claro con quién va entregarse en cuerpo y alma: Sabin Merino. Morfológicamente, es el más parecido. Tiene un gran juego de cabeza, volea bien con ambas piernas. Lógicamente, está verde en balones a la espalda, divididos y en movimientos tácticos. Tiene gol, ha hecho siete en su primer año en la élite.
Txingurri no cuenta para la próxima temporada con Kike Sola, que sólo ha jugado 45 minutos en el Middlesbrough, y Borja Viguera, quien después de interesar firmemente al Sporting y llegar a un acuerdo para regresar al Alavés, tuvo que quedarse en Bilbao por imposición del técnico.
Las últimas oportunidades de Viguera coincidieron con la lesión de Sabin Merino ante el Granada y la de Aduriz en la vuelta de la semifinal copera. El riojano no terminó de aprovecharlas. Sabin llegó a Lezama como delantero centro, proveniente del Danok Bat juvenil. Sin embargo, la presencia de Guillermo primero y Williams después hicieron planificar al club que se amoldase al juego de extremo, que compatibilizó con el de ariete en ocasiones.
Valverde ha aprovechado perfectamente su zancada desde el costado y, sobre todo, su llegada en diagonal desde el costado izquierdo. Marcó así en San Mamés dos preciosos goles en plancha, a Real Madrid y Marsella, ambos a centros de Susaeta.
Ganar tiempo con Sabin Merino e incluso con Iñaki Williams en esa posición permitiría al Athletic tener paciencia con su gran esperanza, Asier Villalibre, quien ha disputado 1.500 minutos con el filial en la Liga Adelante a sus 18 años. En la próxima campaña seguirá en el Bilbao Athletic en Segunda B para continuar con su formación.