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BARCELONA - ARSENAL

Lauren: “El día de la final con el Barça ni cogí la medalla”

Jugó 285 partidos con el Arsenal y perteneció a ‘The Invincibles’, el equipo que conquistó el doblete y estuvo 49 semanas sin perder en la Premier entre 2002 y 2004. Sufrió la final de París en 2006. Hoy es embajador de los gunners en África y comentarista de la BBC.

Londres
Lauren.
Fernando Zueras

Fichar en 2000 por un club inglés no era como hoy. ¿Cómo se gestó aquello?

—De una forma familiar. Me reuní con David Dein y Arsene Wenger a las afueras de Londres. Me ofrecieron el té y hablamos de fútbol. Mi percepción fue que querían conocer mi psicología, ya sabían cómo era en el campo. Onieva me había hecho una oferta para el Madrid pero los estímulos de Wenger me convencieron.

—¿Se asustó?

—Yo ya había salido de Sevilla. Fui a Valencia y Mallorca. En cuanto dominé el idioma en seis meses, todo fue bien.

—Fue padre espiritual de Reyes y Cesc.

Reyes es un futbolista de la calle sin calle. Estaba sobreprotegido por la familia. Lo de Fábregas era al revés. Cesc decía dónde hay que ir, que voy yo.

—Hay jugadores que no recuerdan ni el partido anterior. ¿Qué le queda de Highbury?

—Todo. Como si fuera ayer. Tenía la taquilla al lado de la ventana y retumbaban los nombres. Único.

—Se decía que los jugadores entraban hablando con la gente.

—El Arsenal ahora es una máquina de hacer dinero, pero perdió esa cercanía. Lógico. A mí me venía a recoger Pat Boyle (empleado del club que cuidaba de los recién llegados, falleció en 2011) y era parte de nosotros. Ahora hay tantos departamentos que la gente ni se conoce.

—¿En el despegue mundial fue clave Wenger?

—Wenger siempre miraba más allá, era un adelantado. Cuando se nos comentaba que iban a derrumbar Highbury, nos sonaba a chino, él sabía que era el futuro.

—¿Entiende esa pancarta de “gracias por los recuerdos pero es hora de decir adiós”?

—No la he visto y, por tanto, no puedo hacer comentarios.

—¿Qué significa el Arsenal?

—Cuando he estado en Uganda o Ruanda, explico que el Arsenal es la unión de las culturas. Respeto a las razas.

—Usted vivió otro cambio cultural. Del ‘boring’ Arsenal al equipo moderno de Wenger.

—Fue un choque. Había que acabar con Dixon, Adams... Del equipo que jugaba al 1-0 se pasó a un fútbol brillante. Pero en el vestuario era otra cosa. Wenger era muy estricto con la alimentación, controlaba hasta las vitaminas que había que tomar. Tenía que haber verde en cada comida... La vieja guardia chocó con eso porque hacían lo que les daba la gana. Pero la disputa a la larga la ganó Wenger. Era la modernidad.

—¿Cómo era Henry?

—Quería ser el mejor en todo y todos los días. Tenía calidad y rapidez innatas, pero lo mejor era su ambición.

—¿Qué recuerda de él en París el día de la final de 2006 ante el Barça?

—Estaba muy triste. Aunque fuera francés, vivía Londres como el que más. Tiene la espina clavada de París.

—¿Y usted qué recuerda de Saint Denis?

—Amargura. Estaba en muletas con mis hijos y mi mujer. Me dieron la medalla de subcampeón y la dejé en el vestuario. No la quería.

—Háblenos de otras leyendas.

Bergkamp ni hablaba. Era como Kanu. Lo veías y pensabas: esta gente no quiere jugar al fútbol. Solíamos decir en los hoteles: vamos a echar la siesta todos menos Kanu que está dormido (risas). Vieira era el ejemplo del capitán. Cuando pintaban bastos y otros desaparecían, ahí estaba él.

—‘The Invincibles’. Estuvieron 49 partidos sin perder. El Barça lleva ya 37.

—¡Nosotros lo hicimos sólo en Liga! Hasta para el Barça será difícil llegar a ese número. Sólo Wenger pensó que podíamos hacerlo.

—Jugó con Etoo en Camerún. ¿Es tan parecido a Suárez?

—Sí. Hay muchos paralelismos. Te presionan, no paran, tienen hambre, se sacrifican. Y son sinceros. Lo que Etoo le dijo a Ronaldinho se lo dijo en un vestuario a Roger Milla en Camerún. Lo que dice en la ducha te lo dice a la cara y comulga con lo que predica.

—¿Tiene alguna opción el Arsenal en la vuelta?

—Si el Barça está el cien por cien, nadie le puede hacer frente. El Barça será campeón de lo que ellos mismos quieran.

—¿Terminamos con un once de leyenda del Arsenal?

—Lehman; Lauren, Campbell, Touré, Cole; Ljunberg, Vieira, Gilberto, Pires; Henry y Bergkamp. El mío. ¡No cabe nadie más!