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CAFÉ. COPA Y FÚTBOL | TOMASITO

“Zidane tiene mucho arte y ha inventado una forma de jugar”

Tomasito es un duende menudo, fibra torera y jonda, al que en el alma se le cruza Camarón, Lola Flores y James Brown. De Jerez y madrileño y madridista.

Tomasito.
Tomasito.Jesús Rubio
AStv

Cuando empezó en la música le llamaban el ‘Niño robot’, ¿se puede saber por qué?

—Bueno, yo nací en el barrio de Santiago, de Jerez, el barrio más flamenco que hay en el mundo, y pasaba mucho tiempo en la calle y yo me fijaba mucho en los personajes que pululaban por ahí, ¡había que verlos! Me inspiraba en algunos de ellos, con sus movimientos eléctricos, mitad pasmo y espasmo. Me llamaban para todas las fiestas, bodas, bautizos, comuniones… y yo mezclaba los cantes con la base de las bulerías y salía una cosa rara pero con un arte especial. Luego al llegar a Madrid creo que fue Lola Flores la que me puso ese nombre.

—¿Quién es el Niño robot del fútbol?

—Así, a bote pronto, creo que Cristiano Ronaldo es el más robotizado que hay. De los pies a la cabeza.

—¿Cree que un gitano fino le iría bien al Real Madrid?

—Ya te digo, un pellizco gitano le iría muy bien. La gracia no sobra y en ese vestuario iba a haber un color especial, y un ritmo que no te cuento. Pero no sé, para ser futbolista hay que ser muy deportista. Hay que madrugar mucho y seguir ciertos reglamentos que, en fin, a un gitano no le veo yo por ese palo.

—Si tuviera cerca a Zinedine Zidane ¿que le diría al oído?

—Ese es el mejor, yo le diría, Tito, tú puedes con esto, vamos tos pa’lante, así, con buen compás… tara ta tá, ta, taratatá, ta y tá, venga ya. Creo que me abrazaría a él y me pondría de rodillas por lo artista que es del fútbol. Es un tipo con arte y clase, y ha inventado una manera de jugar al fútbol, con ese baile especial que le salía con el balón en los pies. Era un bailaor y se olvidaba de que era atleta.

—¿Cuándo visitó por primera vez el Bernabéu?

—Tenía 14 años la primera vez que vine a Madrid y vivía en Doctor Fleming, junto al estadio. La primera vez que entré en el Bernabéu fue en 1984, en una semifinal de esas que remontaba el Madrid de forma tan gloriosa. Jugaba la Quinta del Buitre, y Valdano, y todavía jugaba Carlos Alonso Santillana, porque de éste hay que decir el nombre y todos los apellidos, y si tiene más, también. Qué manera de volar, quillo, se suspendía en el aire como un águila para rematar con la cabeza como yo nunca he visto. Ese equipo era fenómeno y debió ganar una Copa de Europa

—¿Habría cambiado su oficio de músico por ser una estrella del fútbol?

—No, para nada, el fútbol es mucho sacrificio, hay que sudar demasiado y hacer mucho deporte. Yo me lo paso muy bien con la música. Me gusta el fútbol pero lo que hago no lo cambio por nada. No es buena vida la del futbolista y, además, fíjate, a ver quién te aguanta con 20 años, guaperas y millonario perdido. No te aguanta nadie.

—No le veo muy deportista.

—Hombre, alguna carrera me he dado, pero te voy a decir una cosa, del deporte se sale, pero del flamenco no.

—¿A qué futbolista se habría parecido?

—Hombre, me siento muy cerca de Mágico González, me lo presentó Dieguito de la Margara, que era bailaor y fue futbolista del Cádiz y del Jerez. Yo era un pequeñajo pero me impresionó Mágico, era muy grande, jugaba de lujo y un pelín gamberrillo, se ponía como Toni Curtis. Pero qué arte tenía.

—¿Qué futbolista de todos los que ha conocido tiene más duende?

—Quitando a Mágico, no tengo duda, Kiko Narváez. He pasado muchos ratos con él y tiene un puntazo, como persona, quiero decir. Tenía un estilo muy particular jugando al fútbol pero como persona es sensacional. Ha venido a verme actuar muchas veces y yo también iba a verle a él jugar y me presentó a muchos futbolistas de aquella época. Pero también he visto mucho duende en el fútbol de Raúl y de Butragueño. Esos dos no se parecían a nadie.

—A usted, siendo tan madridista, ¿el Barça le inspira o le atormenta?

—Me inspira, a mí el fútbol me encanta y, qué le vamos a hacer, el Barça está que se sale y ¡olé!, el arte es el arte. Tienen pasión y talento, eso es así. Pero yo creo que el Madrid va a coger al Barça allí, en el Camp Nou, y se va a quedar la cosa más tranquilita, puede ser, ¿eh?

—¿Qué le parece Messi?

—Uff, ese chico tiene un fandanguito, y yo le veo más de Huelva que de Jerez. Yo es que no sé qué le hicieron de pequeño a ese muchacho, no sé de donde salió, pero, madre mía, cómo juega al fútbol, hay que quitarse el sombrero. Tiene un imán en la bota, yo qué sé tío, hasta a los defensas les da miedo entrarle.

—Fuera de sus cualidades futboleras, ¿quién le hace más gracia Cristiano o Messi?

—A mí me hace más gracia Cristiano, por sus berrinches, sus gestos, no sé, Messi es de Huelva, ya sabes. Aunque el penalti que se marcó el otro día es para verlo varias veces repetido. Y que luego se enfurruñen los mansos. Repítamelo por favor, y otra vez, otra vez. ¡Arsa!

—¿Y del Atlético de Madrid qué tiene que decir?

—El Atleti no me gusta como juega, las cosas como son, y con todos mis respetos a ese equipo tan cañí. Pero ese Simeone me carga mucho (imitando su voz), partido a partido, con uno a cero nos conformamos, o uno a dos, el equipo está bien…

—¿Cree que para el orgullo madridista es insoportable que el Atlético vaya por delante en la clasificación de la Liga?

—Pues no lo creo, el orgullo madridista es sabio y noble y no repara en esas cosas. ¿Tú sabes lo tranquilo que yo me quedé, el bufido de contento que me salió cuando les ganamos la Copa de Europa en Lisboa con ese pedazo de gol de Sergio Ramos en ese minuto noventa y tantos? Joder, si llegamos a perder, primo, no veas, no salgo a la calle en la vida. Pasé un trago muy gordo hasta que empató Sergio. Creo que me puse de color marrón, estaba petrificado y serio y mudo como una estatua de cartón piedra. Pero siempre confié en que al final nos llevaríamos la Champions. Uff, menos mal, me lo dijo un abuelo muy madridista: niño, si no ganamos me encierro en un cajón, te lo digo yo. Pero ganamos.

—¿Cuál es su palo favorito del flamenco?

—(Coge una loncha de jamón y se la aplasta contra la mejilla) Mi palo favorito del flamenco es….¡el jamón! Lo tengo claro. Bueno y aparte del jamón (sin quitarse la loncha de la cara), mi palo favorito es la soleá. Los vídeos del fútbol a cámara lenta llevan música de soleá. Pero yo también les metería “trap” gitano, un estilo muy fetén, bulerías electrónicas y esas cositas.

—¿Cuándo decide no quedarse en cantaor jondo y desmarcarse con otros estilos más mestizos, flamenco y rap, rock, blues….

—Tranquilo que esto no ha terminado. Que la garganta de Tomasito está en plena ebullición. Últimamente siento que estoy cantando mucho mejor, con un tono más alto que antes. (Hace una demostración): ..la luna mora se enamora de mí……No sé si me estoy viniendo arriba. Siento que me elevo, compadre, a veces me veo flotando como un globo, y, en serio, me da miedo. Luego bajo, sí, pero eso hay que sentirlo. Hay que apretar el culote bien para estar más fino, a muchos futbolistas eso no les vendría mal. Apretar el culote.

—Siendo un crío debutó en Los Canasteros junto a Lola Flores, ¿qué tenía esa mujer?

—Me cautivaba de una manera difícil de explicar, se metía mucho conmigo con un cariño extraordinario. Después de actuar me decía: ‘Qué, ¿estás contento con lo que has hecho? ¿te ha gustado?’ Y yo le decía, sí Lola. Y ella: ‘esto es lo que me gusta, que estés contento’. Mi madre, La Bastiana, bailaora y cantaora, estaba enamorada de Lola, para ella era lo más grande. Lola Flores estaba deseando terminar una actuación, fuera en el Tablao o en la tele, para llevarnos al Lerele y prepararnos un guiso de lo que fuera. Y allí había mucho flamenco. Si me notaba callado me decía: niño, ¿estás cansado? , ven, túmbate en el sofá. Había que ver lo contenta que se ponía cuando se reunía con mi madre y cinco o seis gitanas viejas más. Y a mí me trataba como si fuera de la familia, su sobrino o algo así.

—Aparte de Lola, ¿quién tenía más arte en la familia Flores?

—Antonio Flores era un genio, era un gran artista, componía y cantaba, pero no era el cantautor al uso, era un artista con todas las letras. Artista. Bueno, todos tenían mucho arte, Rosariyo, y mi tita Lolita, claro, que no se me enfaden.

—Para sus tres hijos debió ser tremendo estar a la sombra de la grandeza de Lola Flores.

—Todos la adoraban, Lola era muy grande para todos y todos lo tenían claro. Sólo con mirarla a los ojos te ponías a temblar.

—¿Y esa forma de vivir la vida, esa escuela de Lola Flores y otras grandes del flamenco ya se acabó?

—Está ahí escondido, pero yo creo que se está acabando. Ya no corre esa sangre ni ese nervio por los escenarios. Eran artistas gloriosas y únicas y me da la sensación que esa época ya no volverá.

—Un cantecito para pasar el trago.

—(Canta) ‘Y qué difícil es quererte así y vivir sin tu persona,…. pero más duro es ser del Real Madrid y vivir en Badalona. Los hay más feos que yo, más tontos y más sosos y cantan peor, pero que díselo a tu madre niña…. que los hay más feos que yo’.

—¿Vivió en Badalona?

—Yo no, mi colega ‘El Madriles’, que es un fino escritor de canciones. El tío salía a la calle, en Badalona, tan pancho y torero con la camiseta del Madrid. Y a ver quién era el listo que le negaba un botellín.

—¿Qué dieta sigue para estar tan escurrido?

—Pues, bueno, yo voy a deshoras, a contracorriente, no como nunca a la misma hora ni tengo un menú fijo. Pico por aquí y pico por allá. Por cierto, que rico está este jamón.