Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

AS COLOR Nº1

Asensi: "Mis padres futbolísticos fueron Kubala y Di Stéfano"

Asensi es el jugador que más veces fue internacional (41) durante las 13 temporadas que Kubala estuvo al frente de la Selección.

Alicante
Juan Manuel Asensi, en Alicante, en 2012.
FITO GONZALEZDIARIO AS

Juan Manuel Asensi (Alicante, 1941) fue un pilar en el Barcelona y en la Selección española en los años 70. Ganó una Liga, dos Copas, una Copa de Ferias y una Recopa, con el Barça, pero con la Selección nunca pasó la primera fase de las grandes competiciones.

—¿Qué es de su vida?

—Mi vida es muy tranquila. Me he venido a vivir a Alicante, a mi tierra.

—¿Qué recuerdos le han venido a la cabeza cuando le he enseñado el primer número del AS Color?

—Muchos. He visto fotos de compañeros que ya ni me acordaba. Otros, por desgracia, ya no están con nosotros… Te vienen muchos recuerdos de partidos históricos que hemos tenido. Aquel partido contra la URSS que anuncia la portada lo viví como aficionado. No llegué a participar. En 1971 yo ya había jugado tres partidos con la Absoluta, cuando estaba en el Elche, pero aún no era un fijo para Kubala. Antes, sí había sido internacional juvenil y estuve en los Juegos de México.

—No sería fácil entrar en esa Selección. Recordando el titular del reportaje de AS Color… ¡Vaya 37 hombres de Kubala!

—Ya lo ve. ¡Es que yo llegué a jugar con Gento! Fíjese, en aquella época él ya había sido internacional 43 veces y yo sólo tres. Recuerdo su despedida de la Selección,  en la inauguración del estadio de La Línea. Pero había muchos más: Gaztelu, Lora, Grosso, Luis, Gárate, Adelardo, Quino, Rojo, Iríbar… Salvo Rexach, gente que hace mucho que no veo… Y cuándo ves esto te preguntas: “¿Y con este equipo no ganamos  nunca nada?”.

—¿Y la respuesta es?

—Hacíamos buenos papeles pero luego en las eliminatorias siempre nos quedábamos a medias tintas. En aquella época la Selección no tenía un patrón de juego. La base era Iríbar, de portero; Pirri, Asensi, en medio campo… Y arriba Gárate, Ufarte, Amancio… Pero claro, cada uno teníamos una mentalidad diferente de fútbol. Ahora se ha logrado que la Selección sea un equipo. Vicente los coloca y ellos ya saben: ‘Sota, caballo y rey’. Entonces no teníamos este concepto, nos encontrábamos con grandes equipos y nos bloqueábamos.

—En esta época, usted era un novato, pero con el tiempo fue el jugador más utilizado en la larga etapa de Kubala al frente de la Selección…

—Es que estuve diez años en la Selección con él. Fui 41 veces internacional. Si hubiese sido en esta época habría pasado de las 100 porque se juegan más partidos. Por suer te, Kubala confió mucho en mí.

—¿Qué recuerda de Kubala?

—Fue mi padre futbolístico. Yo, en mi vida deportiva, tuve la suerte de que los dos iconos futbolísticos de España fuesen mis padres futbolísticos. Porque además de Kubala, tengo que agradecer mucho a Alfredo di Stéfano, cuando fue entrenador del Elche durante media temporada, porque encontró mi sitio en el campo. Yo jugaba de extremo izquierdo. Era alto y delgado pero el papel de extremo no me iba. Él me vio y me puso de interior izquierdo. Y me dijo: “Tú tienes las piernas largas y aquí vas a triunfar”. Y gracias a Di Stéfano fui lo que fui en el fútbol. Y después, Kubala confió en mí diez años para la Selección, imagínese. Él llegó joven a la Selección y siempre recuerdo una anécdota. En su primer año, él quería demostrar lo que había sido como jugador y quería que nosotros le siguiéramos. Físicamente le seguíamos, pero cuando se ponía a tocar el balón nos dejaba un poco en ridículo. Se sentaba en el suelo, dándole toques al balón, y se iba girando sobre sí mismo. La gente se reía pero era su carácter. Era un trozo de pan. Vivía mucho el fútbol. Después de la charla en grupo, antes de los partidos, nos cogía uno a uno y nos decía cómo era el jugador al que teníamos que marcar. Nos decía lo que medía, el peso, si era rápido, lento… Eso te daba tranquilidad. Te lo explicaba todo. Ahora eso es normal y los jugadores se conocen de sobra, por las televisiones, pero antes eso era especial.

—¿De esos diez años juntos, qué partido recuerda especialmente?

—El de Belgrado contra Yugoslavia, el del famoso botellazo a Juanito. Recuerdo la concentración, el campo, el ambiente en contra que tuvimos… Elijo este par tido por el resultado y porque nos clasificamos para el Mundial de Argentina, después de no haberlo logrado para México y Alemania. Y después, a nivel personal, me quedo con el gol que le marqué a Sepp Maier en Sarriá. Churruca sacó un córner y sin dejarla caer, de volea, se la marqué por la escuadra. Estos dos partidos, aparte de mi debut, contra Bélgica, se me quedarán grabados para siempre.

—La mayoría de los internacionales de la época ganaron títulos con sus clubes. ¿Se os quedó la espinita de la Selección?

—A mí sí. Y a mucha gente. Yo conseguí el primer título europeo con el Barcelona, la Copa de Ferias. Pero llegar a una final del Mundial o Eurocopa con España… Ahora que lo estás viendo, sientes una envidia sana y, sobre todo, admiración. Estos chavales han conseguido que España sea respetada por todo el mundo. En mi época no nos respetaban. Al menos a mi generación nos queda el orgullo de haber plantado la semillita de todo esto. Yo me siento orgulloso de haber empezado la AFE, por ejemplo, con Juanito, con Iribar, con Quino, que fue el primer presidente… Ahora no se acuerdan de nadie pero al menos tú miras en los libros de historia del Barcelona y de la Selección y ves tu nombre. Es buen recuerdo y sientes nostalgia.

—Y una vez dejó el fútbol, también vio nacer a muchas de las actuales estrellas mundiales…

—Sí. Yo tuve en el infantil del Barcelona a Pepe Reina y a Valdés. También tuve a Xavi de pequeñito… Y lo más bonito de todo es que ahora te ven y te saludan. Otro recuerdo es que yo fui uno de los que di el visto bueno al fichaje de Messi por el Barça. Nos pidieron a todos los técnicos de la base nuestra opinión y por ahí habrá un documento que ponga que yo dije que sí. Y viéndolos ahora jugar, te sientes un poco orgulloso de haberles conocido de niños.

—¿Por qué en su época no había tanta diferencia entre los dos grandes y los demás como pasa ahora?

—En mi época además del Madrid y el Barça estaba el Atlético de Madrid… Y luego el Valencia y el Athletic. Ahora hay mucha diferencia. Se habla de que es por el dinero de las televisiones y quizás sea por eso. Pero los demás tendrían que moverse más, mirar todos los mercados y no fiarse sólo de los agentes que vienen a ofrecerte. Así es cómo está la Liga.

—Y además, en su época no había dos cracks como Messi y Cristiano…

—En los 70 había un número uno, que era Cruyff, ahora hay dos. Cruyff era comparable a ellos. Había mucha diferencia entre él y el segundo mejor jugador del mundo. Marcaba la diferencia. Luego un poco más tarde vino Maradona al Barça pero lo de estos dos ahora es una barbaridad.