ESPANYOL | EL PERFIL

Paso al lado de Sánchez Llibre, aval del Espanyol del siglo XXI

Dani dejó este martes de ser el máximo accionista, y con ello abandona el Espanyol tras 23 años, pese a que continuará como asesor externo del nuevo dueño, Chen Yansheng.

Josep M» LagoDIARIO AS

La frase más célebre de Dani Sánchez Llibre (Vilassar de Mar, 22-12-1950) tiene validez para casi todos sus movimientos en el Espanyol. Incluso para el actual: su salida oficial del club, con la venta de su paquete accionarial a Chen Yansheng, ya que por otra parte da un paso al lado para continuar ligado a la entidad como asesor externo del magnate chino. “Lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro”. Y justo así fueron sus 23 años dentro del Espanyol.

Su entrada, en 1993, respondió al empuje de Ramon Condal, que le insistió hasta conseguir que fuera consejero responsable del fútbol base. Habían entablado amistad fruto de sus relaciones profesionales: Dani empezó a vender especias en la empresa de su padre en 1965, en ocasiones haciendo ‘autostop’, hasta que creó su propia firma, hoy gigante conservero; Condal también había sido un empresario hecho a sí mismo. Así que Dani, que se hizo perico porque lo eran sus amigos de infancia de la ‘colla’ de Vilassar, entraba al Espanyol casi sin pretenderlo.

Sin embargo, solo cuatro años más tarde, el 26 de junio de 1997, asumía nada menos que la presidencia. Heredaba el cargo de Francesc Perelló, al que él siempre llamaría “el presi”, y un “Consejo irrepetible”, como lo catalogó, aunque con los años trazaría otros a su imagen y semejanza. Lo que parecía un nombramiento envenenado, pues nadie quería firmar la demolición de Sarrià, acabaría por convertirse en la presidencia más longeva de la historia: hasta el 6 de junio de 2011, superando a Manuel Meler.

“El Espanyol pronto saldará su deuda con la venta de Sarrià”, aseguró Dani en su investidura, confirmando desde el primer día esa cita del blanco y el negro. Cuando dejó el cargo, la deuda duplicaba a la de 1997, pero el Espanyol ya volvía a tener estadio propio, cuya primera piedra depositó en 2003, para acabar la travesía por el desierto el 2 de agosto de 2009. Y Ciudad Deportiva, inaugurada el 10 de septiembre de 2001. Hoy el club difícilmente se podría entender sin este vivero para la cantera.

Como tampoco se comprendería el siglo XXI perico sin Dani ni los dos títulos de Copa, amén del subcampeonato de la UEFA. El primero, el 27 de mayo de 2000, fue su día más importante como presidente y el de la grada tras 60 años de sequía. “Es imposible irse con una gente así”, gritó al día siguiente desde el balcón de la Generalitat. No se marchó entonces, ni cuando en 2004 José Manuel Lara apoyó a Espanyol 3.0, lo que desembocó en un pacto del Windsor que con el tiempo acabaría sorteando. Como sorteó las elecciones de 2006 ante Claudio Biern. El “vol i dol” que decía el malogrado Lara le acabó comprando las acciones, junto a Condal, el 13 de julio de 2009.

Dani fue el patrocinador de la camiseta cuando empresas externas no se atrevían a invertir, y también el afianzador de fichajes que brillaron, como Pablo Zabaleta, Nico Pareja, Héctor Moreno o Dani Osvaldo,no exentos de polémica a la postre por las famosas plusvalías.

En junio de 2011, y con el control del club asegurado, llegó el momento de brindarle a Condal el regalo de su vida: la presidencia. Y, tras año y medio convulso, apoyaría a Joan Collet como relevo. Entonces los avales depositados para la construcción de Cornellà comenzaban a pesar, por lo que fue madurando la idea de vender sus acciones. Hasta que la pasada noche de San Juan, conoció a Míster Chen, su ‘alter ego’ chino, a quien ahora entrega las llaves del club.

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