ESPANYOL

La contracrónica: sin equilibrio en la vuelta del sufrimiento

El Espanyol vive en la desmesura permanente. Hace tan solo dos semanas los elogios a Galca eran notorios. El equipo necesita tiempo para crecer".

Sergio Barrenechea

La noche y el día. El españolismo vive en la desmesura permanente. Hace tan solo dos semanas, después de empatar el derbi ante el Barcelona (0-0) y jugar una primera parte espléndida en el Camp Nou (2-1), los elogios a Galca eran notorios. Tres derrotas después, la salvación está, incluso, en entredicho. Caer en Eibar y en Getafe duele, en especial porque la imagen del equipo no ha sido la del día del Barça, ni tampoco la motivación, ni el orden táctico ni el equilibrio entre líneas, el aspecto más preciado para que un equipo funcione como un reloj.

Desequilibrio. Las ocasiones hablan por sí solas. Los tres goles del Getafe y sus cuatro palos son un bagaje demasiado exagerado. No es fiable el Espanyol y no solo por la defensa, sino por dos factores claves: se pierden balones en zonas peligrosas y con el equipo abierto; y, por otro lado, no existe ese equilibrio entre líneas. Pedro León campó a sus anchas, incapaz Rober de neutralizarlo, mientras Sarabia y Víctor Rodríguez volvían locos a los blanquiazules con su movilidad. Los defensas llegan tarde, los medios no se anticipan y los atacantes se ven superados en los duelos individuales.

Ideas complejas. Galca ha mutado al Espanyol. Los blanquiazules intentan llevar el peso del partido, tener la posesión, tocar hasta encontrar espacios, pero el equipo carece de verticalidad en muchas fases y únicamente crea ocasiones en los arrebatos individuales de Hernán y Caicedo. No fluye el juego en el Espanyol con naturalidad, como sí ocurre en otros equipos que llevan desde el principio de temporada trabajando en una idea. Eso genera inseguridades, errores y una latente falta de confianza en muchos futbolistas, como Asensio, quien necesita más atrevimiento. O, mejor dicho, es el Espanyol quien se la reclama.

Refuerzos. Quizás por llevar la contrario, o por creencia en la plantilla actual, los fichajes no son una necesidad primordial. Que vengan dos o tres jugadores que suban el nivel, sobre todo en defensa y en mediocampo (a ver quién vendrá por cuatro duros si Chen no invierte) ayudará, pero no será el principal motivo de mejora. ¿Por qué se crean tan pocas ocasiones con la pólvora que hay? Démosle un margen a Galca, que trabaje su idea, que encuentre ese equilibrio, y en ese momento podrá aumentar el rendimiento. Pero...

La ilógica. Hubo decisiones ayer que no se acabaron de entender. Una de ellas es que Montañés, a quien ya le han comunicado que se busque un equipo para irse cedido, sea el primer cambio antes que Gerard o Burgui. Si estos dos jugadores no son capaces de ayudar al equipo, mal síntoma.

Estados de ánimo. Parafraseando a Valdano, “si el fútbol es un estado de ánimo” el del Espanyol está por los suelos. Todos parecen peor de lo que realmente son. Siguiendo el hilo de las frases célebres del técnico argentino, ahora los pericos atraviesan el “miedo escénico”. Queda camino, pero toca crecer como equipo ya.

 

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