Trujillo podría tener minutos después de casi perder la vista
El levantinista actuará con unas gafas protectoras, homologadas, durante todo lo que resta de temporada, al menos. Lo hará al estilo del holandés Edgar Davids.
Ángel Trujillo fue uno de los fichajes más importantes en la historia del Levante. Pagó por él, este verano, un millón de euros al Almería y estaba llamado a ser el ‘jefe’ de la defensa. Pero el 27 de septiembre, en el partido contra el Getafe, su carrera deportiva pudo acabarse. Y lo que es aún peor, su vida pudo dar un giro radical. Sufrió un golpe en la cara, en principio gajes del oficio para un central guerrero y que va al choque con naturalidad. Tras ser atendido volvió al campo. Pero, de repente, se hizo de noche. Dejó de ver por el ojo derecho y fue sustituido.
Dos días después iba a ser operado en Valencia de un desgarro en la retina pero la cosa era más grave. El club decidió que le operara en Alicante el prestigioso especialista José María Ruiz Moreno. Y allí el diagnóstico todavía asustó más: tenía siete roturas distintas en la retina, un caso inaudito en la oftalmología mundial. “Me dijeron que me operaba o me quedaba ciego”, explicó Trujillo en el diario Levante hace unos días.
Tras ser operado y pasar por un periodo de reposo absoluto y una reintegración al hábito deportivo más tarde, llegó la hora de probar su ojo ante impactos en la cabeza. Primero golpeó a una pelota de espuma, después una de goma y finalmente cabeceó el balón de competición. Las pruebas fueron positivas y poco a poco fue se fue reintegrando al grupo. El pasado miércoles volvió a una convocatoria, ante el Málaga pero no llegó participar en el partido. Hoy podría tener minutos en el Calderón, un magnífico escenario para celebrar que vuelve a ser futbolista.
Trujillo actuará con unas gafas protectoras, homologadas, durante todo lo que resta de temporada, al menos. Lo hará al estilo Edgar Davids, aquel holandés de la Juventus que las llevó durante casi toda su carrera al padecer un glaucoma en el ojo.