366 HIstorias del fútbol mundial | 3 de enero
La “agenda de Escartín” arma de un gran lío (1962)
El caso es que el informe fue una bomba por la cruda sinceridad de sus contenidos: Araquistáin: “(…) Tiene aún sus defectos. Su problema son sus nervios. Aún no ha alcanzado la plenitud (…)”. Santamaría: “Este jugador no debe salir del área jamás. Cuando le sacan de ella, como está lento por los años, baja mucho en su rendimiento. No salta en proporción a su estatura, y hay que ponerle al lado a un hombre que remedie esa falta (…)”. Vidal: “No tiene talento ni ve la jugada. Pasa mal. Es mejor para misiones destructivas. (…)”. Pachín: “Puede jugar de defensa en el sistema 4-2-4 (…). No vale en el centro del campo, donde baja mucho, y en el jeugo de ataque no ve el pase”. Del Sol: “Es el jugador más completo, pero peca de retener la pelota. (…)”. Di Stéfano: “(…) Va a acabar destrozado la temporada (…). No puede jugar tres encuentros en ocho días. Conforme. Pero dos, sí. Es el que más siente la responsabilidad. Ha perdido velocidad (...)". Gento-Collar: “Esta temporada está mejor Collar, y con muchas ganas. En Chamartín, contra Marruecos, le aplastó el apasionamiento del público. Gento ha perdido buena parte de su velocidad, que era su mejor arma. Tengo la impresión de que este chico no hace buena vida (…)”.
El lío fue mayúsculo, claro. Y los aficionados se relamieron leyendo y releyendo y discutiendo y rediscutiendo los juicios crudos de Escartín sobre la flor y nata del fútbol español. Todos los que luego fueron al Mundial de Chile, seleccionados por Pablo Hernández Coronado y entrenados por Helenio Herrera, estaban en esa lista. El Mundial no salió bien. En la fase previa caímos ante Brasil y Checoslovaquia (que serían a la postre los finalistas); sólo ganamos a México. Y nos volvimos para casa.