El Nuevo Mestalla se queda obsoleto sin haberse acabado

El Valencia debería estar ya jugando en el estadio de la Avenida de las Cortes hace ya cinco temporadas, según el plan inicial que pergeñó Juan Soler en su día. En 2007 empezó a construirse, en 2009 se paró y desde entonces a cada nuevo presidente que ha entrado en el cargo le ha sucedido un nuevo proyecto para acabar el mismo, con un presupuesto menor que el inicial. Así sucedió con Llorente y también con Amadeo Salvo. Y ahora, con Peter Lim como propietario y Layhoon como presidenta, la historia vuelve a repetirse. “Necesitamos un proyecto que se adecúe a las necesidades actuales y futuras del Valencia”, comentó la presidenta en su última comparecencia pública.

Fue toda una declaración de intenciones. Porque lo cierto es que Meriton tiene claro que el Nou Mestalla debe acabarse con un proyecto totalmente opuesto al último planteado por Mark Fenwick. De hecho, están previstas unas reuniones a final de mes con el arquitecto inglés para empezar a plantear las nuevas pretensiones del propietario.

El caso es que desde la directiva che se desliza que el proyecto primitivo del estadio no tiene nada que ver con lo que Meriton quiere. No se desea un estadio abierto, estilo el Nou Camp, sino un recinto más cerrado, con el público más encima. Y van más allá considerando que “el estadio ya se ha quedado antiguo sin ni siquiera llegar a acabarse”. Lim se comprometió a acabar el nuevo estadio antes de 2019.