El Roma-Barça agrava el caos televisivo de Champions
Total Channel no admitió ayer más altas previendo problemas aún mayores. Pese a ello, volvieron a producirse apagones. BeIN-Movistar, negociación parada.
"Ahora mismo no hay negociación abierta”. BeIN Sport, canal producido por Al Jazeera y Mediapro, y Movistar+ coinciden en que no hay atisbo de acuerdo mientras el Roma-Barça disparaba las quejas de los espectadores por la deficiente retransmisión de la Champions a través de Total Channel, una de las plataformas que junto a Vodafone, Orange y Telecable ofrecen la competición (a excepción del partido en abierto de Antena 3 y TV3, anteayer el Madrid-Shakhtar). Miles de abonados no pudieron ver parcial o totalmente las retransmisiones de los partidos de la primera jornada.
El colapso afectó fundamentalmente a Total Channel, que ofrece a sus abonados, a través de Internet, quince partidos por jornada en esta fase de grupos. El martes, muchos de ellos no recibieron las imágenes hasta bien iniciada la segunda mitad de los encuentros. Otros sufrieron el apagón hasta el final. La avalancha de quejas obligó a la plataforma a emitir un comunicado en el que admitía una falta de previsión ante el enorme número de conexiones (120.000) que se produjeron al comienzo de los encuentros. Y de paso, recomendaba a sus abonados, para la segunda jornada, que conectaran con el canal “con al menos una hora de antelación”. Tatxo Benet, socio fundador de Mediapro, ya advertía en RAC-1 que en el segundo día, con un Roma-Barcelona en el canal de pago, los problemas podían ser aún mayores y ampliaba a dos horas el plazo de conexión previa recomendable. Poco después, en torno a las doce del mediodía, Total Channel anunciaba en su cuenta de Twitter que no admitía más altas. Faltaban menos de nueve horas para ese Roma-Barça. Pese a las advertencias, durante ese partido y el resto de los disputados ayer se registraron interrupciones y apagones.
Total Channel emite en Internet y sólo puede sintonizarse a través de ordenadores, tabletas, teléfonos móviles, determinados modelos de televisión de última generación (a partir de 2012) y consolas de juegos como Playstation o Xbox. En menor medida, Orange admitió también problemas en las retransmisiones el primer día. Durante la mañana de ayer trabajó contra reloj para subsanar las deficiencias en los dispositivos móviles denunciadas en su teléfono de atención al cliente. Vodafone no advirtió problemas.
BeIN Sport y Antena 3 adquirieron los derechos de la Champions League para las tres próximas temporadas hace meses por una cantidad cercana a los 190 millones de euros. El canal en abierto pagó alrededor de 50 por la primera elección los martes. BeIN Sports se quedó con el resto por 140 y lanzó una oferta a diferentes operadores de telefonía móvil por si estaban interesados en incluir el torneo en su programación. El precio, ocho euros por abonado hasta alcanzar el 40% del total. Aceptaron Orange y Vodafone, competidoras de Movistar+, cuya factura asciende a 5 y 35 millones, respectivamente. La primera cuenta con unos 150.000 clientes y la segunda, con más de 800.000.
A Movistar+, con cuatro millones de usuarios, la factura se le disparaba a 180 millones, cantidad que considera inaceptable porque supera ampliamente lo que pagó BeIN por los derechos. Tras unas conversaciones iniciales, la negociación se encuentra ahora en punto muerto. Ambas partes sugieren que no se necesitan, pero lo cierto es que a BeIN le resultaría imposible rentabilizar su inversión sin Movistar+ y que esta, sin la Champions, perdería ventaja frente a sus competidores. De hecho, Orange ofreció gratis el canal durante toda la temporada para las contrataciones que se produjesen entre el 14 y el 20 de septiembre. Su paquete de fútbol, que incluye Liga y Copa, cuesta 9,95 euros al mes. Vodafone ofrece todas las competiciones, Champions incluida, por seis euros. Movistar+, que posee los derechos de la Liga por un año, cobra a sus abonados 9,95 y considera que pagar la cifra que exige BeIN le obligaría a repercutir el coste sobre su clientela y se situaría en una situación de desventaja. Además, otorgaría unos beneficios extraordinarios a BeIN, con el que tendrá que competir por esos derechos del fútbol nacional para el periodo 2016-2019.
Ahora se abre una nueva ventana para la negociación, porque la competición no retorna hasta dentro de dos semanas. Entonces, el Real Madrid, equipo con más atractivo en España y cuyo primer partido en la competición se emitió en abierto, jugará frente al Malmoe y el partido sólo podrá ser visto por canales de pago. La máxima competición continental sólo está a disposición de 1,2 millones de usuarios españoles.