“Nosotros somos un club amateur peleando entre los gigantes”

—Usted como presidente del Villa Teresa, ¿cómo califica lo que ha hecho su modesto club alcanzando la primera división uruguaya?

—Un sueño. Es algo que estamos viviendo y que todavía no somos muy conscientes de lo que es. Creo que aún no hemos caído del todo. Somos un club humilde, de barrio, que de repente nos vamos a ver peleando entre gigantes.

—¿Cómo es el Villa?

—Mantenemos la esencia del fútbol amateur. Ascendimos hace tres años a la B (la segunda división) y hemos mantenido la humildad propia de nuestro barrio hasta conseguir también el ascenso a la A (la primera). La directiva la seguimos formando el mismo grupo de amigos de siempre y así queremos que continúe.

—¿También van a seguir contando con los jugadores del barrio y los que ya estaban?

—Después del ascenso hubo una reunión de la directiva con el técnico y se decidió que se mantuviera el bloque, completándolo con cuatro o cinco jugadores con experiencia en la primera división. Pero sí, la idea es seguir tal cual somos.

—¿Sin estadio?

—Sin estadio. Nosotros no tenemos más que un predio que nos cedió en herencia un socio al morir. El año pasado compartimos campo con Cerro, pero al subir y coincidir con ellos de categoría nos hemos tenido que buscar otro. Jugaremos en el del Bella Vista, que ahora mismo no compite.

—¿Imaginaba alguien que esta historia sería posible?

—Desde luego que no. Nosotros somos hijos de quienes comandaron el club y entonces nadie pensaba que esto era posible. Ahora mismo el club es joven y dinámico, orgullo de un barrio obrero y trabajador.

—¿Qué siente el barrio en estos momentos con su equipo?

—Imagínese. Siempre fue muy famoso y querido entre nosotros, con una hinchada muy pasional e incluso a veces aguerrida. Afortunadamente vivimos una época muy tranquila, en la que los vecinos pueden disfrutar de momentos únicos.

—No sé si algo igualará ya ese momento del ascenso...

—Fue una fiesta para todos, incluso los que no son muy aficionados al fútbol nos apoyaron. El ascenso hizo olvidar las carencias que a veces tenemos.