SEGUNDA B | NÀSTIC 2 - OVIEDO 1

Lago Júnior y Marcos alargan el estado de gracia del Nàstic

Sergio García se inventó un golazo para hacer el 1-1, pero un tanto de penalti da ventaja al Nàstic en la carrera por el título de mejor equipo de Segunda B.

Lago JuniorDAVID GONZALEZDIARIO AS

El Nàstic golpea primero en la pelea por ser el mejor equipo de Segunda B. Los grana vencieron 2-1 a un Oviedo que mereció algo más, pero le faltó pegada. Sergio García se inventó un gran gol para igualar el de Lago Júnior, pero el penalti transformado por Marcos deja al Nàstic a un paso del título. El próximo miércoles, la vuelta.

Ambos técnicos presentaron unos equipos titulares repletos de jugadores menos habituales y fue el Oviedo el que dio muestras de haber digerido mejor la resaca tras el ascenso a Segunda A. Pero con el paso de los minutos, el Nàstic subió las líneas y tras el aviso de Luismi, Lago Júnior no falló. El extremo parece estar tocado por una varita mágica y, como ya pasó ante el Huesca, inauguró el marcador. Marc Martínez lanzó un balón en largo y Lago Júnior, que llegaba en carrera, vio adelantado a Magunazelaia y con un preciso remate de cabeza le superó. Tras el tanto, las pulsaciones del conjunto grana se estabilizaron y las del Oviedo subieron gracias a Omgba. El medio era omnipresente y en el 24’ pudo empatar, pero su disparo desde fuera del área se marchó fuera rozando la escuadra.

A partir del 30’, el encuentro perdió intensidad, el intenso calor tampoco ayudaba, y ningún equipo tuvo claras ocasiones de gol. Pero fue llegar al 44’ y el Oviedo demostró que con muy poco te hace daño porque Sergio García se inventó un golazo. El extremo fue a buscar el balón a la banda izquierda y tras una gran diagonal, disparó desde fuera del área y la pelota se coló por la escuadra de un Tomeu que no pudo hacer nada más que recoger el balón de dentro de su portería.

Tras el descanso, el Oviedo salió como un ciclón y el palo impidió que Dioni firmara el 1-2. Se internó en el área grana y a su disparo cruzado tan solo le faltó fortuna porque la idea era inmejorable. El Nàstic solo podía achicar agua y encontraba respiro con las jugadas de estrategia. Aun así, los grana supieron sufrir y con el paso de los minutos volvieron a controlar un poco más la posesión. Y como todo tiene premio, Lago Júnior, en el 65’, sufrió un penalti de Omgba. La acción se produjo a muy pocos centímetros de la línea del área grande y el árbitro no dudó en señalarlo. Marcos lanzó y engañó a Magunazelaia. El 2-1 obligó al Oviedo a volver a dar un paso al frente y ello lo aprovechó un Nàstic que estaba muy cómodo. Incluso la ventaja grana pudo ser aún mayor para el encuentro de vuelta, pero Gerard Valentín tiró al palo. 2-1 y el Tartiere dictará sentencia.

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