ITALIA
David López: de los insultos de los tifosi al éxito en Nápoles
Su llegada a Italia no fue fácil, los tifosi no le querían y le insultaban por twitter. Pero Benítez le pidió dirigir su medular con garra y rigor táctico, y está cumpliendo.
Pepe Reina, que tiene experiencia internacional de sobra, lo confesó varias veces: llegar y adaptarse a una ciudad caliente (en todos los sentidos) como Nápoles no es sencillo. Vestir la 'maglia azzurra' es una gran responsabilidad sobre todo viviendo la pasión infinita de sus tifosi. Hacerlo después de tu primera temporada como protagonista en Primera División, y con los hinchas que, enfurecidos, esperaban en tu lugar a Mascherano y hasta le insultan en Twitter el día de su llegada... pues no tuvo que ser nada fácil. Pero David López lo consiguió, y de qué manera.
En el día de su presentación lo dejó muy claro: “Voy a demostrar en el césped lo que valgo, estoy listo para jugar también cada tres días”. Y cumplió: el experico ha disputado hasta ahora 39 partidos, de los cuales solo cuatro no ha empezado desde el primer minuto. Benítez le pidió dirigir su medular con garra y rigor táctico, y fue lo que hizo: junto con Walter Gargano formó una pareja en el mediocampo quizás con poca técnica, pero capaz de crear una barrera fundamental para el 4-2-3-1 del entrenador español. El gran limite del conjunto azzurro es su fase defensiva, un límite que cuando falta David López se hace aún más grande: su trabajo le ha hecho convertir en un hombre indispensable y, de hecho, en todos los partidos que cuentan siempre sale de inicio.
En dos años López pasó del Huesca a arrebatarle una Supercopa italiana a la todopoderosa Juventus de Allegri: un periplo posible gracias a su humildad y al mismo Benítez, que con él ganó otra apuesta más. Una bonita relación que el jugador siempre ha subrayado y que en el desafortunado e histórico choque ante el Dnipro vivió una perfecta coincidencia: el gol del 1-0 fue el primero de David con la camiseta azzurra y el número 200 de la era Benítez en Nápoles.
La semifinal acabó 1-1 por un tanto claramente ilegal, pero el sueño de llegar a Varsovia sigue siendo posible: sería un acontecimiento histórico para la ciudad sureña, que solo vivió una final continental con Maradona, y otro merecido triunfo para el grupo del técnico ibérico, que ya llevó al Vesuvio dos títulos. Conseguirlo convertiría también a David López en una leyenda partenopea: nada mal para quien llegó entre insultos e indiferencia. Pero así es Nápoles, como a menudo recuerda el mismo Reina citando una famosa película: “Quien la vive llora dos veces, cuando llega y cuando se va”. El portero está deseando volver, mientras que David está más a gusto que nunca...