La intrahistoria

Una operación que empezó a fraguarse hace cinco meses

Se cumple el deseo del Cholo. Cree que con él Torres puede volver a ser ese delantero poderoso y observa que se trata de una pieza que se ajusta perfectamente al equipo.

El Atlético está a punto de culminar una operación que se inició hace algo más de cinco meses. Diego Costa abandonaba el Atlético rumbo al Chelsea de Mourinho y Simeone entonces veía clara la jugada maestra. Fernando Torres no iba a ser ya la primera elección para el técnico portugués y el delantero fuenlabreño encarnaba la opción perfecta para que el equipo colchonero se resintiera, deportivamente hablando, lo menos posible tras el adiós del hispanobrasileño.

Su demanda fue escuchada por el club, pero no satisfecha. Formalmente no se pudo avanzar casi nada porque un traspaso era prohibitivo. Sacar, por entonces, a Torres del Chelsea no era tan asequible como lo es ahora en una operación a tres bandas. El escenario ha sido esta vez propicio ya que varios factores convergen para el feliz desenlace. Primero su cesión al Milán, donde transcurridos cuatro meses no ha podido observarse la mejor versión del delantero español. Segundo que Inzaghi haya solicitado la adquisición de un Cerci que llegaba al Atlético como gran refuerzo el pasado verano pero quien tampoco se ha acabado de adaptar al entramado táctico de Simeone. Y por último Mourinho. No ha puesto pegas, no había de oponer resistencia. Personalmente contempla a Torres como un profesional sincero e intachable, satisfecho por cómo está rindiendo su Chelsea, Mou ha correspondido. Todos han ayudado de forma casi definitiva a concluir un regreso soñado.

Simeone no ha cejado en su empeño y no es una obsesión simplemente emotiva. Cree que con él Torres puede volver a ser ese delantero poderoso y observa que se trata de una pieza que se ajusta perfectamente al planteamiento táctico del equipo. Había otras opciones en el mercado para darle al técnico ese atacante que había demandado para enero, pero el club ha realizado otro esfuerzo más, como también lo hizo en el verano para completar una plantilla competitiva. Faltaba la guinda, que llega por Navidad. Simeone y Torres se reencontrarán, un sueño para ambos. “Siempre quiero trabajar con la gente que admiro y yo admiro a Simeone”, afirmaba El Niño no hace mucho. En cada aparición pública el canterano rojiblanco ha dejado claro que se marchó del club con la espina clavada de no haber podido levantar un título ni haber disputado ni un sólo partido en competición continental de rojiblanco. Ese anhelo podría cumplirse...

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