Festival de goles en Porto Alegre

Argelia escribe su historia en cada partido que está jugando en Brasil. Hacía 28 años que no marcaba un gol en un Mundial y lo hizo ante Bélgica. Hacía 32, desde España’82, que no saboreaba una victoria y la consiguió ayer. Y nunca ha logrado disputar unos octavos de final y está a un paso de hacerlo. Se jugará la clasificación contra Rusia y hasta le valdría un empate contra los de Capello dependiendo de lo que sean capaces de hacer los coreanos de Myung-Bo Hong contra Bélgica.

El partido de ayer en Porto Alegre fue un reflejo de lo que está siendo este Mundial de Brasil. De goles y pasión. Divertido para el espectador sin sentimiento patriotico en juego. Arrasó Argelia de salida. A Halihodzic no le pudieron salir mejor los cambios en la alineación que planteó con respecto al debut ante Bélgica. Slimani, Djabou y Brahimi entraron en escena contra Corea y los tres hicieron gol. El otro lo firmó Halliche. Argelia se marchó al descanso con 0-3. Tan contundente como merecido. Y eso que a los tres minutos Wilmar Roldán dejó de pitar un posible penalti cometido sobre Feghouli, un futbolista al que le das galones y es otro al que es en el Valencia. Mejor.

Pero Corea del Sur demostró que en su cultura la palabra rendirse no existe. Myung-Bo Hong sacó a Kim, un Peter Crouch asiático con su 1’96 metros. Entre él que peinaba todas y Son que tiró del carro, Corea del Sur mostró otra actitud sino y hasta metió el miedo en el cuerpo a los argelinos. Pero cuando los Zorros del Desierto peor lo estaban pasando con 1-3, Feghouli emergió como líder, se asoció con Brahimi y éste no perdonó. Koo aún recortó distancias, pero Argelia supo defenderse hasta el final.