Rayo y Madrid tuvieron un pacto de colaboración varios años

Rosa de la Vega, en su libro Vallecas y el Rayo Vallecano relata cómo el club franjirrojo y el Real Madrid tuvieron un acuerdo de colaboración a principios de los años sesenta, en un momento delicado para el primero que, sin embargo acabó ascendiendo a Segunda. La periodista escribe: "Para hablar en este capítulo sobre los pactos y soluciones, nos remontamos a la comisión de gestión que creó la Junta Directiva del club vallecano para salir del pozo donde se encontraba desde la marcha de Esteras Navalpotro y el descenso a Tercera. El primero que dejó de prestarle ayuda fue el Atlético de Madrid, a quien no le interesaba un equipo en esa categoría (...) Juan Roiz y sus correligionarios, los directivos Ángel del Palacio y Rafael Mondedeu, se pusieron manos a la obra. La agenda abarcaba las autoridades provinciales, la Federación castellana de Fútbol y el Atlético de Madrid para que se replanteara de nuevo la ayuda. Esta negociación, como era de esperar, resultó infructuosa".

De la Vega narra cómo esta comisión se puso en contacto con el Real Madrid: "Tampoco la Federación se mostró muy dialogante al principio. El que sí lo hizo fue el entonces Gobernador Civil de Madrid, Jesús Aramburu Olaran: 'Juan, vete a ver a Bernabéu y dile que vas de mi parte'. Para Juan Roiz, madridista acérrimo y de los primeros socios del Real Madrid, aquello debió sonarle a música celestial, tal vez un sueño que se convertiría en realidad. En aquella cita en Chamartín estuvieron por un lado Santiago Bernabéu, Raimundo Saporta y Antonio Calderón y por el otro lado, los comisionados rayistas".

Según relata a De la Vega Pedro Roiz Parra, hijo de Juan Roiz, abrió el fuego el presidente del Rayo, explicándoles que no podían afrontar el problema. "Lo primero que esgrimió Bernabéu ante la comisión es que Vallecas era atlética y Saporta casi rompe la baraja, oponiéndose a la idea de cualquier acuerdo entre ambos clubes. Aquella intervención en contra de los intereses del Rayo enojó a su presidente: 'Si a mí don Santiago me dice que no hay acuerdo, yo lo acepto y me voy pero usted no es nadie para decirme a mí que no'. A Bernabéu debió gustarle la reacción de este hombre que en inferioridad de condiciones peleaba con uñas y dientes por el bien de su equipo y por otro lado, que Calderón mediara en el conflicto debió ser fundamental. Lo más admirable de este acuerdo es que no se firmó nada. Fue un pacto entre caballeros y bastó un apretón de manos (...) Éste establecía, según le dijo Bernabéu a Roiz: 'Cuando nuestro equipo amateur juegue en Vallecas, os damos el 10% de la taquilla y cuando juegue el Rayo nos dais el 30%, pero eso sí el Real Madrid se hará cargo de todos los gastos".