La tabla de Primera empieza a echar fuego por la parte de abajo

Si algo ha quedado claro en este inicio de competición es que, por juego, Almería y Rayo Vallecano no merecen cerrar la clasificación de la Liga BBVA. Sin embargo, por muy elevado que sea el dígito que figure en el casillero de las sensaciones, los puntos son los que sentencian dónde merecen estar los equipos y, ya sea por inocencia o por falta de fortuna, esta tarde en el estadio de los Juegos del Mediterráneo el último recibirá al penúltimo con el contador de urgencias al rojo vivo.

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En el Almería Francisco se la juega. El presidente Alfonso García estuvo presente en la comparecencia del técnico tras perder ante el Sevilla, una vez más, en el descuento. El técnico salvó la cabeza entonces, pero no haber ganado aún es una losa demasiado pesada que sólo se puede levantar encomendándose a la magia de Suso y a los goles de Rodri, amén de rezar para que se consiga una solvencia mínima que no haga perder más puntos al equipo en los últimos minutos de los partidos.

Equilibrio. Mientras, en el Rayo, Paco Jémez continúa dándole vueltas a un sistema defensivo que ha condenado a los franjirrojos, que son el equipo más goleado de Primera. Por si fuera poco, la pólvora arriba está escaseando esta temporada y los seis goles marcados hasta el momento son buena prueba de ello. Los madrileños pretenden aprovecha la inercia positiva de haber ganado a la Real Sociedad antes del parón pero para ello necesitará que el equilibrio, tan esquivo a comienzos de curso, empiece a aparecer. Al fin y al cabo, por muy buenas que sean las sensaciones, los puntos mandan y el descenso quema.