Real Madrid

Bale explota y ayer no acudió al entrenamiento del Tottenham

El futbolista galés no quiere ir a otro club que no sea el Madrid, ni se quiere quedar en el Tottenham. Ayer se rebeló completamente y metió más presión a Levy.

SKY SPORTSDIARIO AS

Se esperaba la llegada de Gareth Bale al campo de entrenamiento del Tottenham ayer por la mañana. El cuerpo técnico le había preparado una sesión ligera para que no perdiera del todo la forma, pero Bale no apareció. Durante la mañana, el jugador se comunicó con el club y con el entrenador André Villas-Boas aunque no hacía falta decir mucho: ahora sí Bale se ha rebelado. No quiere volver a jugar en el Tottenham y, según su entorno, hoy tampoco acudirá al entrenamiento a no ser que Daniel Levy acelere las negociaciones con el Madrid. Si ayer contábamos que el presidente del Tottenham había dejado caer su disgusto por el comportamiento del Madrid como excusa para frenar un acuerdo (el club blanco niega que haya ninguna tirantez con Levy), hoy hay que confirmar que Bale va a hacer todo lo posible para que el traspaso se lleve a cabo. El galés está enfurecido. Ni quiere ir a otro club ni se quiere quedar: su deseo es militar en el Real Madrid.

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El futbolista no se limitó únicamente a no aparecer por la ciudad deportiva. Sky Sports le localizó entrando en las oficinas de su agente, Jonathan Barnett. En las imágenes se ve a un Bale sorprendido por la presencia de un cámara, y al representante esperándolo en la puerta. El mensaje quedaba así enviado a Levy. El entorno del jugador  cree que el presidente del Tottenham ha cambiado las condiciones de un acuerdo al que se llegó la semana pasada. Bale cobrará 10 millones de euros netos al año y otros 10 a repartir con su representante por prima de fichaje. El Madrid, según fuentes cercanas al futbolista, pagará 90 millones de euros. No es la primera vez que Levy acepta un precio para poco después exigir otra cantidad u otra manera de realizar el pago. El directivo del club inglés sabe que le va a ser imposible detener el traspaso, pero ayer se dejó caer desde su entorno que iba a intentar convencer a Bale para que se quedara: Levy interpreta que este año la liga está más barata y que hay suficientes razones para pensar que el Tottenham, por primera vez en décadas, tiene una opción real de luchar por el título.

Sin sanción. Pero es demasiado tarde. Curiosamente el Tottenham no va a castigarle. Desde el club londinense se dice que entienden la postura del jugador y que para ellos no supone un problema que no acuda a entrenarse. En realidad, lo que quieren decir es que no van a hacer más ruido del necesario.

La pelota está ahora en el tejado del Tottenham. Ya sabe que el Madrid no subirá su oferta. En el Bernabéu se espera que Levy la acepte antes de que acabe el plazo y anoche las conversaciones entre Levy y los representantes del futbolista aligeraron la presión: se le pidió que no volviera a 'mover el poste' (una expresión inglesa que sugiere un cambio de exigencias a última hora). Antes de nada, Levy quiere cerrar el acuerdo con Erik Lamela: ayer estaba en Londres para pasar la revisión médica y le costará 35 millones de euros al Tottenham. Aunque no obstante, este trámite médico no asegura el fichaje a los Spurs, ya que Willian pasó el reconocimiento con el Tottenham y finalmente fichó por el Chelsea por la aparición en el último momento de Roman Abramovich.

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