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REAL MADRID

Levy se enfada con el Real Madrid y frena lo de Gareth Bale

El jugador galés viajó ayer a Londres y hoy se entrenará con el Tottenham. Las principales causas del enfado: la camiseta en la web del Madrid y el escenario de su presentación.

Bale abandonó Marbella ayer por la mañana y viajó a Londres, donde hoy está citado por su equipo para entrenarse a las órdenes de Villas-Boas.
Carlos Martínez

El culebrón Bale sigue abierto. De fichaje cerrado, nada de nada. Cuando algunos hablaban de acuerdo total, desde el Tottenham se insistía, "esto no está hecho todavía". El viernes, Franco Baldini estuvo en Madrid negociando con los blancos porque quedaban muchos flecos. Y de repente, el club inglés se ha plantado, cansado del exceso de demostraciones que sugieren un acuerdo total: no ha gustado el asunto de la camiseta con el 11 en la página web del Madrid, el escenario que se preparó en el Bernabéu para la presentación, la coincidencia de Florentino Pérez y Bale en Marbella, el cambio de la cantidad del traspaso de más a menos Daniel Levy ha dicho "basta" y ahora habrá que esperar a que el Tottenham mueva ficha. Y eso dependerá de muchas otras cosas.

Real Madrid Club de Fútbol
Tottenham Hotspur

Gareth Bale, que no lo está pasando bien y al que se le permitió viajar este fin de semana para alejarse del ruido, vuelve a entrenarse hoy con el Tottenham tras unos días en Marbella. André Villas-Boas dio fiesta después de vencer al Swansea y quiere que Bale esté con el grupo. El galés nunca se ha rebelado contra su club (la supuesta lesión en su pie es la manera que jugador y club tienen de preservarle) y acatará la decisión de su entrenador. No participará en la sesión entera, pero realizará carreras ligeras y tocará balón como ha estado haciendo durante el verano. Y a esperar acontecimientos.

El traspaso de Bale ha tomado derroteros imprevistos en Madrid, pero la lista de desagravios procedentes de Londres va en aumento. Hace unas tres semanas, el club blanco ofreció 85 millones de libras (unos 100 millones de euros) a pagar en cuatro o seis plazos (en esto las fuentes de información discrepan). A Cristiano Ronaldo, que estaba negociando su nuevo contrato, no le gustó nada que Bale pudiera superar el coste de su propio traspaso (96 millones). No es tanto un asunto de celos, sino de jerarquía. Si de verdad le quieren tanto, el Madrid debe demostrarlo con hechos. Aunque el acuerdo de renovación está cercano (cobraría unos 17 millones de euros netos), el mensaje del entorno del portugués es claro: vamos a ver cómo queda lo de Bale antes de firmar nada.

Ante tal reacción, el Madrid tomó la poco común decisión de reducir la oferta al Tottenham: dos semanas después de la primera, se puso sobre la mesa 90 millones de euros, pero a pagar en una sola vez. El Tottenham sospechó que o bien se trataba de un asunto de vestuario (creen que el fichaje de Bale no está siendo bien aceptado por algunos jugadores) o financiero (¿será que el Madrid no tiene dinero suficiente para un traspaso de tal magnitud?). En todo caso, no gustó ese gesto.

El dorsal. El 'accidente' de la página web oficial del Madrid, con la aparición de la camiseta de Bale con el 11, y las fotos del escenario que se ha colocado en el Bernabéu para presentar al galés han acabado de colmar la paciencia de Daniel Levy, el negociador más duro del fútbol europeo. Cuando supo que Bale y Florentino aterrizaron en Marbella con tres horas de diferencia, lo consideró una falta de tacto aunque se le ha dicho que Pérez viajó para reunirse con un conocido personaje del mundo del fútbol. Bale se quedó a descansar en un apartamento propiedad de la compañía de su agente, Jonathan Barnett.

A consecuencia de todo ello, el Tottenham dejó caer ayer que tenía otra oferta por el futbolista (podría ser del Manchester United, del Chelsea o del PSG, pero el entorno de Bale niega que exista) y que iba a considerarlas. El deseo del club inglés es no vender a su estrella, pero son conscientes de su deseo de acabar en el Madrid. La decisión sobre Bale (si venden y cuándo) dependerá de los fichajes que pueda realizar en los próximos días porque Levy no aceptará que su equipo quede más débil que el del año pasado (les interesa Juan Mata) e, incluso, se apunta que otra variable podría ser el resultado del encuentro ante el Arsenal. Se juega el próximo domingo y el mercado se cierra al día siguiente (lunes 2 de septiembre). Las negociaciones no se han roto, pero Levy tiene todas las cartas...