El Madrid llega a Turquía con frío, lluvia y nada de hostilidad

El Real Madrid ya está en Turquía, donde el martes puede sellar su pase a las semifinales de la Champions. La expedición, comandada por el presidente Florentino Pérez, el vicepresidente Eduardo Fernández de Blas y el director general, José Ángel Sánchez, aterrizó pasadas las ocho (hora española) en el aeropuerto de Ataturk. Pero hubo un importante cambio según lo previsto. Tras comprobar que podría ser muy difícil mantener las medidas de seguridad mínimas para la salida del equipo en la terminal de pasajeros, los jugadores salieron por otra terminal, situada a unos cuatro kilómetros, para evitar incidentes. Por la General Aviation Términal, reservada para los militares y las autoridades políticas que llegan a la ciudad.

“Era como un avispero de gente”, se escuchó en las primeras valoraciones del cuerpo de seguridad del Madrid. Más aún, cuando estaba prevista la asistencia de más de 1.000 hinchas del Galatasaray que querían dar la bienvenida al Madrid y, de paso, protestar por lo que ellos entendieron como un “trato deficiente de la policía en España”. Finalmente, la directiva del Galatasaray consiguió atajar la asistencia de los ultras al aeropuerto, pero, aun así, los 400 metros que los jugadores del Madrid tenían que recorrer por la terminal de pasajeros del Ataturk hasta llegar a su autobús seguía siendo un quebradero de cabeza para Julio Cendal, el jefe de Seguridad, y su equipo: “Sería muy difícil sacar a Cristiano Ronaldo entero de aquí”.

Y eso que las autoridades de Estambul no escatimaron esfuerzos para poner efectivos de seguridad para la operación. Además de las diez personas de la seguridad privada que han venido con el Madrid, el gobierno de la entidad puso otros 80 policías (aquí llamados POLIS). Esos 80 hombres se trasladaron a la Terminal Privada por la que finalmente salieron los jugadores, cuerpo técnico y directivos. Y lo hicieron en la más absoluta tranquilidad. Nada que ver con el 'infierno' que se anunció. Mientras, los aficionados que fueron a la terminal de pasajeros, se quedaron con las ganas de ver a sus ídolos. También fue un recibimiento tranquilo para Özil, al que la gente aquí no tiene mucho aprecio desde que eligió jugar con Alemania en lugar de con Turquía a pesar de tener pasaporte y antepasados turcos. Se perdieron un gran futbolista. El centrocampista fue el jugador más reclamado por los medios de comunicación locales que esperaban al equipo

Aunque las temperaturas suelen ser muy suaves en la zona, ya que Estambul está rodeada de Mar (el Mármara y el Mar Muerto, que están conectados por el Bósforo), al Madrid le sorprendió un tiempo desapacible. Ocho grados de temperatura y lluvia. En la jornada del lunes, se espera otra jornada de tiempo lluvioso y frío, unas condiciones que no le vendrán nada bien al césped del Türk Telekom Arena, una de las principales preocupaciones de Mourinho. El técnico portugués viajó acompañado de su hijo, del que no se separó. De hecho, en el traslado al lujoso hotel Ciragan Palace, Mou dejó la primera fila del autobús en la que suele viajar a Karanka, Pardeza, Morais y Rui Faria, para situarse en la segunda junto a Jose Junior.