Morata remató en nombre de toda La Fábrica

Onwu: el 'antílope' veloz de Osasuna

Manuel Onwu llamó la atención del osasunismo la pasada temporada. Su debut ante el Athletic fue esperanzador. Aquel tipo era igual que Henry. A la sangre nigeriana de su padre había que añadir la tudelana de su madre. Valtierra, donde se formó como futbolista, sabía de su potencial. Toda Navarra esperaba que, a sus 24 años, se instalara en el primer equipo de Osasuna. Y así ha sido. Le ha costado convencer a Mendilibar, pero el técnico rojillo volvió a contar con él en Cornellà-El Prat. Su respuesta fueron 24 minutos de gran altura, incluyendo el gol que cerró el partido. El Antílope de Valtierra echa a correr. Ojalá encuentre más espacio para hacerlo.

La camaradería de los técnicos de Primera

Estuvo a punto de ocurrir la semana pasada entre Simeone y Pellegrino y por fin sucedió en esta. Míchel medió con el cuarto árbitro del Athletic-Sevilla para que no expulsara a Bielsa, su rival de ayer. Compañeros antes que enemigos. Colegas y no adversarios. Hasta ese punto de camaradería ha llegado la relación entre los técnicos de Primera. La campaña de los árbitros por castigar sus protestas con expulsiones ha poblado los palcos de entrenadores sancionados. En esta sección ya lo habíamos denunciado. Lo que aún no sabíamos era la fraternidad que rodea a los perjudicados. Las víctimas unidas soportan mejor las penurias. Lo evidencia su gremio. Y la lucha sigue.

Sorteando récords de Pelé como quien ya no tiene retos

A Messi se le acaban los retos. Incluso el de la paternidad. El astro argentino engorda sus estadísticas al mismo ritmo al que el Barça navega hacia más títulos. Los desafíos del uno proyectan los del otro. Es irremediable. Ayer alcanzó su gol 76 en 2012 y se acercó así a Müller (85) como máximo goleador histórico en un año natural. Queda atrás el registro de Pelé (75), icono futbolísitico para muchos, capaces de entender su dimensión aunque sólo disfrutaran de él a través de vídeos. Ahí está el gran debate. Resulta más fácil mitificar a quien está en el recuerdo que a quien aún se advierte. Es ley de vida. Messi, sin embargo, desmonta esto. Superar registros de Pelé no lo hace cualquiera. Sólo aquel al que el resto de objetivos le quedan pequeños. Sólo los elegidos. ¿Quizá Leo?

De recogepelotas a referencia

La escalinata hacia lo más alto es larga y tendida. Quien llega a la élite de cualquier disciplina lo sabe bien. Es el caso de Arda Turan. Cuando entró en la escuela del Galatasaray comenzó como el resto de chavales, entrenándose durante la semana con ilusión por ser profesional y ejerciendo de recogepelotas los fines de semana en los partidos del primer equipo. Aún está fresca en la memoria la imagen de un joven Guardiola recogiendo balones en el Camp Nou. Aquello constata que el proceso puede empezar en lo más bajo y acabar en lo más alto. Así inició Arda Turan su litigio con el fútbol profesional y así lo refrenda a diario como una de las estrellas del Atlético. De niño -desde la banda del Ali Sami Yen- se fijaba en Gica Hagi para imitarle y mejorar sus habilidades técnicas. Ahora son otros los que le tienen a él como referencia. Su ejecución en el mano a mano ante el Getafe seguro que ilustró a los recogepelotas del Calderón. No sólo a ellos. También a todos los que sueñan con ser como él.

Un futbolista que pudo acabar como bombero

El fútbol es duro. Lejos del máximo nivel, es incluso angustioso. Lo sabe bien Paco Montañés, el extremo del Zaragoza que ante el Deportivo se estrenó como goleador en Primera. Hace unos años llamó la atención de Rijkaard en un entrenamiento del filial del Barça y el holandés le dio incluso la oportunidad de debutar en el primer equipo. Fue en el Pizjuán ante el Sevilla. Sin embargo, la falta de minutos le condujo al Villarreal B y posteriormente al Ontinyent. Para entonces había pensado en dejarlo todo. Se planteó renunciar al fútbol y ser bombero, como su padre. Pero superó el bache. Se recuperó como extremo en el Alcorcón y el Zaragoza lo ha fichado para que se sienta importante. Como lo que es. Como un futbolista que pudo ser bombero.

La huella de canteranos del nivel de Xabi Alonso

La Real remontó el vuelo en La Rosaleda gracias a una victoria que empezaba a urgirle. Coincidió este soplo de aire fresco con la decisión de Montanier de encajar a Illarramendi y Rubén Pardo, los dos prometedores mediocentros de 22 y 20 años. Desde que se fuera Xabi Alonso han salido de la cantera jugadores de un nivel suficiente como para ocupar esta demarcación en la primera plantilla: Zurutuza, Elustondo, Markel, Ros, ellos dos... La mayoría han sido internacionales en categorías inferiores, pero ninguno había disparado la ilusión como ambos. Suele ocurrir que un gran icono de la cantera refleja futbolistas casi como automatismo. Xabi Alonso lo ha hecho en estos años y el resultado promete. Zubieta ya es fábrica de mediocentros. No es poco.

El personaje: Morata

El gol de Morata fue el de La Fábrica. Su cabezazo sirvió de reivindicación para todos los que se sintieron aludidos en la polémica de Mourinho con Toril. Innecesaria polémica, por cierto. Gente honrada, chavales implicados, madridistas de sangre. Mejores o peores, pero madridistas todos. El breve espacio de tiempo que separó su remate y la toma de conciencia de lo que supone fue una película a cámara lenta en la cabeza de Álvaro. Una película de su vida. Una secuencia de imágenes en la que recordó su carrera. También su sufrimiento. Esos primeros pasos en el infantil del Atlético. El salto posterior al cadete del Getafe. Su llegada al Madrid. Los difíciles momentos familiares que le hicieron madurar antes y mejor. Esos días en los que se sintió importante, como esos otros en los que pensó que no servía. Y también las muchas cosas que se han dicho de él y de otros canteranos. Abrazado a Nacho y Adán estalló. El gol no era sólo suyo. El gol es de toda La Fábrica.